Partidario de las soluciones heterodoxas y las órdenes inapelables, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, volvió ayer a sorprender a propios y ajenos.
Poco después de las 11 de la mañana, en la reunión que mantiene los viernes en su oficina de Diagonal Sur con cámaras y representantes de la industria alimenticia, conocida como "La escuelita", comunicó que implementará en las próximas semanas una tarjeta de crédito oficial para utilizar en los principales puntos de venta, tanto en las grandes cadenas como en los supermercados chinos.
Sería de uso excluyente: cuando un comercio la adopte, no podrá operar con otras tarjetas, incluidas las de mayor circulación en el mercado, emitidas por los principales bancos, explicaron asistentes al encuentro consultados por LA NACION.
De aplicarse, la medida afectará a diversos sectores, entre ellos, los clientes: en el país hay 17,8 millones de titulares de tarjetas con 27 millones de plásticos asignados, según el Banco Central.
Moreno también anticipó la continuidad del congelamiento de precios. "Puede seguir un mes, dos meses, hasta octubre?.", resumió frente a un auditorio silencioso.
De acuerdo con la comunicación de Moreno, el plástico será emitido por el Banco Nación, donde ayer dijeron no estar al tanto de la decisión. La entidad que conduce Juan Carlos Fábrega no hizo comentarios sobre la información. El funcionario tiene la intención de que el nuevo plástico tenga un uso cada vez más extendido. Se ilusionó, por ejemplo, con que se utilice en las estaciones de servicio de la estatal YPF.
Entre las empresas, las principales perjudicadas serán Visa (tiene más de la mitad del mercado), Mastercard y American Express, las marcas más importantes, pero también los diversos bancos que las emiten. A tal punto que entre los interlocutores habituales del funcionario especulaban ayer con que se podía tratar de un mensaje al sector financiero para que baje las comisiones que aplica a los comercios.
También para los supermercados el anuncio de Moreno fue una mala noticia. Uno de los ejecutivos del sector lo puso en estos términos: "Nos hace un agujero impresionante. Estamos todavía con la boca abierta y aún no empezamos a analizarlo", arrojó.
Moreno no alcanzó a seducirlos con la propuesta de una comisión muy baja.
MENORES COMISIONES
Las tarjetas de crédito tienen una comisión máxima de un 3% que está fijada por ley. Comercio Interior, en cambio, quiere bajar ese número hasta el 1 por ciento. Eso alcanzaría, según sus cálculos, para cubrir las necesidades del sistema y eliminaría cualquier ganancia financiera. Y buscará que los comercios traduzcan esas supuestas menores erogaciones en los precios a los consumidores.
En línea con el estilo del funcionario, el aviso sobre la implementación de una nueva tarjeta de crédito no revistió la forma de un pedido ni de una sugerencia que se someterá a análisis, sino de una decisión ya tomada por parte de Comercio Interior. A tal punto que la semana que viene representantes de diversas cámaras del sector mantendrán un encuentro con los equipos técnicos designados por Moreno para avanzar en la implementación del sistema.
Entre ellos estarán los miembros de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que representa a grandes cadenas, como Carrefour, Walmart, Coto y Jumbo, entre otros; la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (Cedeapsa), en representación de los súper chinos, y la Federación Argentina de Supermercados.
De acuerdo con el cronograma que imaginó Moreno, su plástico, cuyo nombre no trascendió y que ayer en las redes sociales bautizaron con sorna como "Morenocard", podría comenzar a funcionar a fines de este mes. En ese momento, según les anticipó ayer el funcionario a los empresarios, podría dar definiciones respecto del futuro del congelamiento de precios.
Se trata de una nueva avanzada oficial sobre los puntos de venta de productos de consumo masivo. A principios de febrero, el funcionario había ordenado a los supermercados, también intempestivamente, que congelaran sus precios por 60 días, hasta el 1° de abril. Uno de los asistentes al encuentro de ayer sostuvo que, de acuerdo con el mensaje que les transmitió el funcionario, esa decisión se extenderá cuando venza el plazo otorgado inicialmente.
También a principios de abril Moreno les ordenó a las grandes cadenas retirar la publicidad que hacían en los diarios nacionales.
Aunque Moreno les dio vía libre para eliminar las promociones, los supermercados las mantienen casi a rajatabla por miedo a perder clientela. Para sostener las ventas pese a la prohibición de publicitar sus productos en los diarios, las grandes cadenas recurrieron a estrategias diversas para difundir sus precios más convenientes. Entre ellas, sus propias páginas web, los portales de algunos medios de comunicación, más folletería y afiches en las calles.
SATISFACCIÓN
Días después, Comercio Interior dispuso una medida similar para los precios de venta de las principales cadenas de electrodomésticos, entre las que figuran Falabella, Rodó, Frávega, Garbarino y Musimundo.
Los supermercaditos, que se encuentran entre la especie empresaria más fiel a los requerimientos de Comercio Interior, aún no decidieron cómo sortear el escollo. Por ejemplo, tienen la intención de suspender las promociones de productos para moderar los menores ingresos que les implica el impedimento de aplicar aumentos de precios al menos hasta abril. Sin embargo, temen que una decisión de ese tipo les reporte un golpe mayor debido a la caída en las ventas.
Moreno está satisfecho con la aplicación del congelamiento. A tal punto que lo defendió frente a las críticas que desplegaron algunos de los asistentes.