Sin lluvias, el maíz y la soja progresan con problemas

Las altas temperaturas siguieron siendo las principales protagonistas de la semana en la región pampeana, donde se produjeron lluvias muy escasas y poco abarcativas.

A modo de referencia, las temperaturas máximas rondaron los 39-40°C y en el caso de Bahía Blanca se llegó a sobrepasar dicha marca. En lo referente a las precipitaciones acopiadas en la semana, sólo se mencionan registros de baja relevancia en la franja occidental extrema de la región, donde se llega a destacar con ligera relevancia los chaparrones erráticos que se fueron repitiendo en la zona serrana y en el extremo sur de Córdoba. Además de lo acontecido en el entorno a Bahía Blanca, donde hubo algunos eventos de aportes moderados de agua.

En la parte norte de la región, los cultivos instalados en general siguen evolucionando ajustadamente, debido a que los suelos presentan perfiles todavía con algo de humedad.

Si bien hay algo de acartuchamiento foliar en las horas pico de sol, no se generan procesos detrimentales irreversibles. Las sojas transitan los tramos fenológicos vegetativos y los maíces de época se presentan en buen estado y en inicio/avanzada de floración. Los maíces tardíos y los de segunda se implantarán de ahora en adelante. La cosecha de trigo allí ha culminando con magros resultados generales a excepción de algunos contados lotes puntuales que logran acercarse a los 40 quintales por hectárea.

En la zona núcleo, los rendimientos de trigo van saliendo muy desparejos; hay lugares que pasan los 40 quintales y en otros a 30. Si bien se avanza con la siembra, se estaría necesitando una pronta recarga a nivel superficial, para mejorar las posibilidades de seguir con la tarea y asegurar la germinación.

Falta sembrar algunos maíces, y principalmente soja. Los lotes que están instalados evolucionan bien, pero están necesitando alguna lluvia para repotenciarlos, dado que las altas temperaturas reinantes por estos días generan una demanda extraordinariamente alta en la evapotranspiración. La oferta forrajera es óptima, las alfalfas responden bien al pastoreo y a los cortes al hacer reservas.

Más hacia la zona central de la región se muestra un escenario con un mosaico de situaciones diferentes, en función de los milimetrajes de lluvia que semanalmente han ido acumulando. Las cosechas de granos de invierno siguen progresando; las cebadas se fueron recolectando con resultados satisfactorios del orden de los 40 a 50 quintales. Los trigos se aproximan a cosecha con perspectivas moderadamente buenas, pero con cierta irregularidad según sitio o campo. Las altas temperaturas de los últimos días han apurado la maduración y el secado de planta. Prosigue la siembra de soja de primera.

La evolución de los girasoles instalados se ha visto apurada y mejorada por el ascenso térmico. La oferta de forraje se va encuadrando a lo típico de la época, recordándose que en esta zona, como en gran parte de la región pampeana, la agricultura ha desplazado a la ganadería hacia los sistemas de producción en confinamiento.

En la parte oeste de la región, las escasas lluvias, las altas temperaturas y el tiempo mayormente seco han generado en la parte norte de esta franja condiciones adversas para la siembra de los maíces de la segunda, debido a que la cama de siembra está en condiciones inadecuadas de humedad.

Los de primera se aproximan a floración. Se terminó de cosechar cebada y los rindes en general fueron pobres.

Se continúa con la siembra de soja, pero se necesita que ocurran lluvias a corto plazo para que refuercen la oferta hídrica de los suelos.

Los sorgos forrajeros están implantados, pero todavía no entregan pastoreo. Las alfalfas están en buen estado y siguen ofreciendo cortes.

En la parte del extremo sur de esta región se va cosechando las avenas y centeno. Los pocos trigos que llegan a término rinden muy bajo: ocho y 12 quintales. En secano se siembra sorgo, pasto llorón y algunas pocas especies más de estación para la hacienda, pero por ahora no están disponibles, tiene muy baja altura.

Informe elaborado por el Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar, con la colaboración de las AER y EEA del Inta y las delegaciones Sagpya de la región.