WASHINGTON.- No hay que celebrar las malas noticias. Pero la sequía récord que sufre el Medio Oeste norteamericano y el castigo que implica para una vasta zona de cultivos está regalando a la Argentina el mejor alivio para su situación económica, con un alza imparable del precio de la soja, que ayer alcanzó un máximo histórico en el mercado de Chicago.
"En su país deben estar contentos con esto", comentó Robert Nielsen, profesor de Agronomía en la Universidad de Purdue, ante el nuevo récord que anotó la tonelada de soja: 611,78 dólares.
"Lo que estamos viendo es una fiebre absoluta", dijo Mark Ademon, de Agroinvest, con sede en Chicago. "El mercado está reaccionando, sobre todo a las noticias desalentadoras sobre la sequía en este país, aunque es verdad que otros factores también se tienen en cuenta", añadió.
Hace semanas que la falta de agua está afectando seriamente la zona de cultivo de cereales, en el Medio Oeste. Ayer, una serie de tormentas generó alivio en varias zonas, pero la sensación no fue suficiente como para mitigar el daño que el fenómeno ya ha causado.
"Lo que más se mira en este momento es la evolución del clima, y con las perspectivas que hay por delante, la expectativa general es que el precio de los granos siga en aumento", dijo Nielsen. "Hace mucho tiempo que yo no era tan pesimista respecto de las perspectivas no de los precios, sino del daño que sufre la cosecha norteamericana", añadió.
La oleaginosa, fuente de divisas por excelencia para el país, acumula ya un alza de más del 50% desde diciembre de 2011, cuando tocó un mínimo de 406,7 dólares en la principal plaza mundial.
Desde entonces, no hizo sino recuperarse. Pero en las últimas semanas eso se agudizó con un devastador pronóstico de cosecha elaborado por el Departamento de Agricultura norteamericano, en el que se proyectaban graves daños en la zona cultivada a causa de la escasez de agua.
"Las condiciones generadas por esta fuerte ola de calor son ya muy duras", dijo Andy Woodcock, del Servicio Meteorológico de los Estados Unidos.
Las principales áreas afectadas se encuentran en los estados de Illinois, Indiana, Missouri y Kansas. El rigor es tal que el Departamento de Agricultura tuvo que reconocer un nivel récord en la superficie cultivada dañada. "Los niveles de cosechas dañadas en los Estados Unidos son los peores que se recuerdan desde 1988", señaló un informe de la firma Agritel.
"Ni siquiera el aumento de la superficie cultivada podrá compensar el bajo rendimiento", apuntaron expertos del sector de bienes básicos de Goldman Sachs.
Los meses de verano suelen aportar dosis de sequía en las regiones central y oeste. Pero este año los niveles del fenómeno superaron todas las previsiones.
"Entrar en este período de escasez de lluvias con el suelo ya seco de antemano no puede presagiar nada bueno", dijo Jim Keeney, directivo del Servicio Meteorológico de Missouri.
"Tendremos un clima seco en la mayor parte del centro oeste y no hay alivio a la vista," coincidió Alan Reppert, meteorólogo de AccuWeather.com.
Las grandes cadenas de televisión no hacen sino mostrar imágenes de campos desolados y plantaciones agotadas, a la espera de un agua que no llega.
Los operadores a futuro admiten que hay enorme especulación en el mercado. "Es difícil creer que estos precios pueden mantenerse a futuro", sostuvo ayer un informe del Commerzbank. Pero no parece haber mucha alternativa a la vista mientras el clima mantenga su rigor