Si bien nos encontramos transitando un invierno con precipitaciones con niveles por debajo de lo normal, el cultivo de cebada es uno de los menos afectados, ya que más del 80 % del área implantada a nivel nacional se encuentra sobre el sur, centro y este de Buenos Aires, donde las condiciones de humedad son de buenas a muy buenas gracias a reiteradas lluvias que se vienen registrando durante el último tiempo. No obstante, las bajas temperaturas de las semanas previas ralentizan el normal desarrollo del cultivo.
Por otro lado, podemos mencionar que el grueso del área de cebada se encuentra en pleno macollaje y cuadros puntuales comienzan a transitar la fase de encañazón.
El 20 % restante de las 1.270.000 hectáreas implantadas a nivel nacional, se concentran el norte y oeste de Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba, donde la evolución del cultivo se encuentra muy ligada a las precipitaciones acumuladas durante los últimos días.
De esta manera, se pueden apreciar cuadros en situaciones muy dispares, ya que Entre Ríos y el norte bonaerense hoy presenta buenas condiciones de cultivo gracias a los milímetros acumulados.
Mientras que si nos desplazamos hacia el oeste, el sur cordobés o centro de Santa Fe la situación es más complicada dado que el cultivo transita estadios más avanzados y con escasas reservas de humedad, lo cual comienza a producir mermas sobre el potencial de rinde.
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