La recría bovina en áreas marginales como el sureste de Buenos Aires y sur de la Pampa es posible de realizar mediante el empleo de pasturas megatérmicas que necesitan altas temperaturas para su desarrollo y que son perennes o pasturas anuales. En líneas generales permiten ganancias mínimas que van de 0,60 a 0,70 kilos de carne por hectárea. Estas pasturas, sin embargo, requieren una buena implantación, pero con un manejo correcto tienen asegurada una gran perdurabilidad en el tiempo.
“En el caso de las pasturas anuales hay que tratar de sacarles el mejor provecho para obtener una mayor cantidad de kilos de carne por hectárea y para eso el animal debe tener acceso durante todo el día al pastoreo para lograr mejores tasas de ganancia. Es mejor que darle de comer un rollo de mala calidad a la noche”, explicó el doctor Hugo Mario Aerovich, de la Universidad Nacional del Sur.
Aerovich hizo una presentación sobre “Alternativas de alimentación para recría bovina en áreas marginales”, en un seminario organizado por el Ipcva (Instituto de Promoción de la Carne Vacuna) en General Pico, La Pampa.
Desde hace muchos años, el investigador viene realizando diversos estudios referidos al comportamiento de las pasturas en zonas semiáridas, donde es posible realizar recría sobre forrajes que abundan en la región, como los sorgos de baja calidad, acompañados de un manejo y de una suplementación correcta para alcanzar buenos resultados.
En el caso de los encierres cuando no da el piso, “lo que tenemos que hacer es utilizar granos o rollos de muy alta calidad para mejorar la eficiencia de conversión, pero el productor deberá establecer los números que le permitan llegar a los objetivos fijados. Buscamos resultados que biológicamente tengan sentido y sean adaptables a diferentes tipos de situaciones” aportó, al ser consultado sobre los posibles costo de implementación de estas estrategias.