El cuadro adjunto muestra la proyección de resultados para la zona sudeste de Buenos Aires sobre la base de los precios estimados a cosecha 2015 para trigo y granos gruesos. Se presentan las cifras para los cultivos realizados por administración en campo propio y bajo la forma de arrendamiento en campos de terceros.
El último informe del USDA confirmó rindes y producción récord para maíz y soja, y los mercados siguieron ajustando a la baja. Los precios a cosecha en el MAT siguieron la tendencia, y tocaron nuevos mínimos.
La ecuación de ingresos para los cultivos depende del rendimiento y del precio a cosecha. Cuando el precio baja, se necesita más rinde para cubrir los costos. Para que haya más rinde, hay factores que deben ser coincidentes, y algunos no dependen del productor, como el clima. Además se requiere inversión en tecnología (genética de semillas, fertilizantes, herbicidas e insecticidas) y un adecuado manejo del cultivo. Cuando hay restricciones financieras y las proyecciones son de quebranto, se hace complicado invertir, y se depende en mayor grado del clima.
Para el trigo, el clima no acompaña en la zona. Por los excesos de lluvia que se vienen produciendo desde mediados de agosto, parte de la superficie de trigo se perdió, especialmente en campos planos, de escurrimiento lento. Sólo los campos altos con relieve más quebrado salieron mejor parados. En una zona triguera por excelencia, este dato es preocupante.
Tal como se muestra en el cuadro, para siembras por administración en campo propio, las proyecciones son de quebranto al que sólo escapan el girasol y la soja en el rango alto de rindes. Los rindes de indiferencia que se requieren para cubrir la totalidad de los costos (directos y de estructura) son de 43 qq/ha en trigo y de 25 qq/ha en soja de 1ª. En maíz, que es el cultivo que mayor inversión requiere, se necesitan 79 qq/ha de rinde, y en girasol se requieren 18 qq/ha.
En campo arrendado, el panorama es mucho peor. Los rindes de indiferencia son de 51 qq/ha en trigo, de 30 qq/ha en soja de 1ª, 92 qq/ha en maíz, y 22 qq/ha en girasol.
El agro es "tomador" de precios, ya que los granos son un commodity. Las retenciones a las exportaciones son las que generan que ante precios internacionales bajos, los precios locales al productor lleguen al "subsuelo". En este contexto, sólo la eliminación de las retenciones puede llegar a mejorar una ecuación que hoy no cierra.
El mercado internacional refleja las proyecciones de una cosecha récord en EE.UU. El hecho de que la cosecha esté a punto de iniciarse y de ingresar al circuito comercial es un factor de debilidad adicional para los precios.