imagen de los trabajadores de Cresta Roja movilizándose para conservar sus puestos de trabajo es un triste capítulo más en un conflicto que lleva ya dos años. La empresa que supo ser una mina de oro, con tecnología de avanzada, y que controlaba 13% del mercado interno, está al borde la quiebra con un pasivo que supera los 2 mil millones de pesos.
La segunda avícola en importancia de la Argentina, después de Tres Arroyos, fue fundada en 1959 por la familia croata Rasic que había arribado al país en busca de mejores oportunidades. Milenko tenía 16 años e Ivo 19 cuando su papá fundó la empresa que en los años siguientes no pararía de crecer. Desde entonces pasaban casi el día entero trabajando en la fábrica de Ezeiza. Cuando murió, ellos se hicieron cargo de administrar el negocio. Milenko, de fuerte carácter, fue el encargado de tomar las decisiones más importantes a pesar de ser el menor.
El legado familiar siempre fue muy fuerte. "Para estudiar siempre van a tener tiempo, para trabajar no", les repetía su papá. Milenko no fue a la universidad, pero obstinado, contrató a un profesor particular de economía. Liberal, así se define, leyó más de una vez su libro preferido La Acción Humana, la obra por excelencia del economista austríaco Ludwig Von Mises que sostiene que la economía de mercado es el mejor sistema.
A pesar de sus creencias, Rasic recibió millones de dólares de subsidios durante la época de Guillermo Moreno como secretario de Comercio, a quien en reuniones privadas suele culpar por la crisis de la empresa.
El Gobierno implementó la política de precios máximos a cambio de brindarle compensaciones al sector que contaba además con la protección de los derechos de exportación, de 20% al maíz y de 35% a la soja, lo que posibilitaba comprar los granos para alimentar a los pollos a un precio menor que el de los exportadores.
Después de una etapa en la que hubo cumplimiento, los fondos administrados por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuaria (Oncca) -disuelta en febrero de 2011 en medio de escándalos de corrupción- dejaron de llegar. Según fuentes del sector, que aceptaron hablar pero con la condición del off the record, la deuda por compensaciones alcanzó los 65 millones de dólares. En la negociación, los hermanos Rasic sólo rescataron 15% de ese monto en bonos que aún cobran en pesos.
En 2011, el Gobierno le quitó los subsidios que pagaba para que ofreciera sus productos en los supermercados a un precio menor al costo. Para entonces faenaba 400 mil pollos diarios y tenía un 30% más de los empleados. "Además pagaban sobreprecios, como la plata no era de ellos la derrochaban", sostuvo el secretario general de la Industria de la Carne y sus Derivados del Gran Buenos Aires y Zona Sur de la Provincia De Buenos Aires (Sicgbal), Silvio Etchehun.
La avícola se beneficiaba además de los negocios de los Kirchner con el chavismo. Por cada tonelada de pollo exportada a Venezuela, recibía un subsidio de USS 650 y le otorgó multimillonarios créditos del Bicentenario. El expediente judicial indica, según los expertos, que en 10 años recibió del Gobierno cerca de $ 26.000 millones. Cuando se dejó de enviar productos a ese país fue otro duro golpe.
En el 2014 Rasic hermanos se presentó a concurso de acreedores, tras emitir cheques sin fondos por 43 millones de pesos. La empresa despidió a 400 empleados, pero por una protesta del gremio del sindicato de la Alimentación que amenazó con paralizar las plantas, los volvió a contratar.
El conflicto se siguió agravando con el correr del tiempo. La empresa está intervenida por la gobernación bonaerense a cargo de Daniel Scioli, desde el 11 de septiembre. Daniel Giurzi, hombre cercano a Aníbal Fernández al igual que Domenech, fue designado por la Justicia para manejar el rescate financiero de $ 200 millones, de los cuales hasta ahora sólo se giraron $ 100 millones.
"Con la poca plata había que hacer equilibrio entre alimentar a los pollos y pagarles a los empleados hasta que ya no alcanzaba para nada. Reclamamos que el gobierno gire la plata porque entendemos que gran parte del problema es estatal, aunque también hubo malos manejos de los Rasic y, si es como dicen que Moreno les debe plata, fue su problema confiar en él y no es justo que los empleados estemos pagando el costo", dijo el delegado Cristián Villalba, que hace 11 años trabaja en la compañía.
Qué pasará con la empresa es una pregunta que desvela al propio gobierno de Macri. Para volver a funcionar necesita muchos fondos; sólo los salarios significan por mes 80 millones de pesos (con contribuciones incluidas). El futuro de Cresta Roja hoy es incierto.Mientras tanto, los trabajadores exigen soluciones y casi a diario realizan protestas en la Autopista Riccheri y en la avenida 9 de Julio.