Desde el ministerio del Agro explicaron que las lluvias con fuertes vientos registradas en septiembre y octubre provocaron caída de flores, lo que se tradujo en una disminución pronunciada en la actividad en las colmenas. En las zonas Centro y Sur no se está cosechando y habrá que esperar la floración del eucaliptus en marzo, para que las abejas vuelvan a producir miel. La situación afecta los ingresos de productores familiares.
El responsable del área de Apicultura del ministerio del Agro de la Provincia, Norberto Maschke, aseguró que el clima les jugó una mala pasada a los apicultores, especialmente a los del Centro y Sur de la provincia. Explicó que las fuertes lluvias que se registraron en los picos de floración de primavera, los más importantes del año para la producción apícola, provocaron la caída de las flores de donde las abejas obtienen el néctar para hacer miel.
“Vamos a tener una caída importante en la producción de miel por las tormentas en épocas pico de floración. En Misiones tenemos varios picos, el más importante de septiembre a octubre. Nos queda otro en marzo, pero no tan importante. Ahora tenemos unas pérdidas de entre 35 y 40 por ciento, si continúan las lluvias en marzo vamos a ser más afectados todavía”, señaló.
Lamentó que el año “pintaba hermoso” porque el invierno no había sido riguroso, pero el clima dejó de acompañar en primavera. “Ahora tendríamos que estar cosechando y son pocos los que pueden hacerlo. En la zona Norte la incidencia del clima fue menor, porque ahí se cosecha más temprano y hay una entrada de néctar a fines de julio, principios de agosto, pero en las zonas Centro y Sur no se está cosechando casi nada” resaltó.
Para marzo se espera la floración del eucaliptus, que de no mediar nuevos inconvenientes reactivaría la producción de las colmenas, pero el funcionario aclaró que en esa época las abejas producen menos que en primavera, porque la floración es menor. “No va a alcanzar para recuperar lo perdido”, sintetizó.
Explicó que la producción misionera no alcanza el volumen necesario para exportar o incluso para entrar a redes comerciales de alcance nacional, entonces casi toda la producción se canaliza a través de las ferias francas. “El problema no es tan grave porque no hay compromisos con clientes externos, pero sí van a sufrir pérdidas los productores, solo les queda para vender remanentes de la producción del año pasado”, dijo.
Detalló que el factor climático es determinante para la producción melífera, ya que además de los perjuicios que provocan las tormentas en épocas de floración, también se producen pérdidas si llueve demasiado, porque el néctar de las flores se diluye o si llueve poco, en ese caso porque el néctar se evapora antes de que las abejas alcancen a libarlo.