Al respecto, Gabriela Levitus, directora ejecutiva de ArgenBio, expresó que "contrariamente a lo que dicen los autores, hay una gran cantidad de estudios realizados en animales a largo plazo y multigeneracionales que demuestran la falta de toxicidad de los OGM".
La especialista añadió que para garantizar la seguridad de los OGM, las agencias sanitarias de todo el mundo realizan rigurosas evaluaciones de riesgo. "En particular, el maíz NK603 ha sido evaluado y autorizado para consumo humano y animal en por lo menos 15 países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Colombia, México, Japón, China, la Argentina, Brasil, Uruguay, además de la Unión Europea", dijo.
Estados Unidos fue el primer país en autorizar este maíz hace doce años, mientras que la Argentina lo hizo cuatro años después. Según la investigadora argentina, "desde su liberación comercial no ha habido ninguna evidencia de daño a la salud humana o animal asociado con el consumo del maíz NK603 u otro OGM".
Al mismo tiempo, se sabe que el glifosato es el principal ingrediente activo del herbicida Roundup. "Las autoridades regulatorias de todo el mundo, así como las extensas revisiones de la literatura científica, demuestran que no hay evidencias que asocien al herbicida con mutagénesis, carcinogénesis, toxicidad reproductiva u otros daños en el desarrollo", dijo Levitus.
Las objeciones al estudio, encabezado por el científico Giles-Eric Séralini, se centran en que "el protocolo de investigación no cumple con los estándares de la OCDE" y que "la fuente y la calidad del maíz usado en el estudio no están claras, y que están ausentes detalles críticos sobre la preparación de la dieta y la ingesta dietaria".
A su vez, "los datos presentados son altamente esporádicos, usando diferentes métodos para animales machos y hembras, y no son suficientes para respaldar las conclusiones extraídas".
Levitus apuntó a algunos antecedentes de Séralini. "Ha publicado previamente otros trabajos de alimentación animal que pretenden probar que el consumo de OGM afecta negativamente la salud. Muchos de estos trabajos se basan en datos de otros autores (que concluyen lo contrario) y no en resultados experimentales propios. Sus publicaciones han sido cuestionadas y rechazadas por científicos y reguladores, como, por ejemplo, la European Food Safety Authority (EFSA), que ya publicó un informe crítico sobre el tema.
Investigación
Polémica por el maíz transgénicoSe trata de la reciente publicación en una revista científica de un estudio de investigadores de la universidad de Caen, en Francia, que dice que el maíz transgénico NK 603 provocó tumores en ratas
21 Oct 2012
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