Otra empresa que realizó negocios con Venezuela quedó en la cuerda floja y ahora le pide ayuda al Gobierno.
En 2014, Vassalli Fabril, la mayor fábrica nacional de cosechadoras, cerró un convenio para vender 245 máquinas a ese mercado. Así se firmó. Sin embargo, Venezuela incumplió y sólo se llevó 50 cosechadoras. En los patios de la empresa, en Firmat, en el sur de la provincia de Santa Fe, quedaron 70 máquinas en stock que, por sus características específicas, no tienen ubicación en el mercado interno. A la empresa, que había recurrido al Banco Nación para financiar su operación, se le generó un enorme agujero financiero y hoy le adeudaría a esa entidad, según trascendió de diversas fuentes consultadas, $ 180 millones.
La crisis ya pegó en los empleados de la firma. A unos 580 operarios se les adeudan los dos medio aguinaldos de 2015 y el 50% de los sueldos de diciembre pasado. Además, está complicado el funcionamiento de la compañía. El próximo lunes, los trabajadores deberán volver de sus vacaciones, pero no hay insumos suficientes para volver a fabricar.
La situación llegó a oídos del presidente Mauricio Macri. El viernes pasado, cuando fue a anunciar un plan de compensaciones para los productores de leche a Venado Tuerto, Macri aceptó reunirse unos minutos con los responsables de la empresa. Los escuchó y luego los derivó al Banco Nación. Esa misma tarde, los directivos conversaron telefónicamente con el presidente del banco, Carlos Melconian, y hoy se verán con el vicepresidente, Enrique Szewach, entre otras autoridades.Por lo pronto, la empresa buscará que el banco le refinancie al mayor plazo posible y le dé oxígeno financiero para capital de trabajo.
"Estamos sin poder comprar algunos insumos", admitió Silvana Bincoletto, gerenta general de Vassalli Fabril, para quien "lo más grave", además de la baja de las ventas que hubo en el mercado interno el año pasado, fue la caída del mercado de exportación a Venezuela.
"Estamos tratando de solucionar esto por el no cumplimiento del contrato, donde nos quedaron 70 máquinas en stock", precisó.
Aunque tiene fuertes diferencias con Cresta Roja, que quebró luego de una serie de problemas entre los cuales estuvieron los controles de precios que aplicó el anterior gobierno en el mercado interno, la caída de las compensaciones y una deficiente gestión empresaria, con la avícola la firma Vassalli comparte el hecho de haber apostado fuerte al mercado de Venezuela.
Realizó exportaciones a ese país desde 2005 (se calculan en total unas 700 máquinas) y fue, junto con la empresa de tractores Pauny, la mayor vendedora de maquinaria a Venezuela. El kirchnerismo impulsó diversos negocios de maquinaria a ese país que en 2010 quedaron en un manto de sospecha por las denuncias de coimas que hizo el ex embajador en Venezuela Eduardo Sadous.
"La situación es crítica y es un problema para la zona que depende de Vassalli. La empresa necesita que no se la ahogue con la deuda y financiamiento; no tiene plata para insumos ni para sueldos", dijo el diputado de Santa Fe por Cambiemos Lucas Incicco.
El legislador, conocido del abogado de la compañía, colaboró con gestiones la semana pasada para que el ministro de Trabajo, Jorge Triacca, recibiera a los directivos. En rigor, la empresa está buscando también la posibilidad de la vuelta de los Repro. "Necesitamos nuevamente los Repro", confirmó la gerenta general de la firma.
Desde septiembre pasado, los empleados, que como se mencionó no cobraron los aguinaldos de 2015 y se les debe el 50% del sueldo de diciembre, trabajan cuatro horas diarias, aunque acordaron que se les pague por las ocho de convenio. "Aunque hay buenas perspectivas por el cambio de escenario para el campo [por las medidas de baja de retenciones y devaluación], la empresa está desfinanciada y con una situación crítica", alertó una fuente sindical.
Fernando Bertello