El tema climático principal, en lo que va de la presente temporada, viene girando alrededor de la posibilidad de que se desarrolle un posible episodio de “El Niño”, al cual se asocia con precipitaciones superiores a lo normal en el este de La Argentina, el sur del Brasil, la Región Oriental del Paraguay y el Uruguay.
Contrariamente, el oeste de La Argentina, El Chaco Paraguayo y el centro y el norte del Brasil se verían afectados por precipitaciones inferiores a lo normal y fuertes calores.
Sin embargo, la temperatura del Pacífico Ecuatorial se mantiene oscilando dentro del rango “Neutral Cálido”, siendo probable que persista en ese estado durante el resto de la temporada 2014/2015.. Paralelamente, se observa el desarrollo de una fase positiva de la Oscilación Multidecadal del Atlántico (AMO), consistente en un calentamiento de las porciones norte y ecuatorial de este Océano.
Este fenómeno es de larga duración. Pasa unos 30 años en su fase negativa (la última se desarrolló entre mediados de la década de 1970 y mediados de la década de 2000), y otros 30 en su fase positiva, que se inició a mediados de la década de 2000 y podría extenderse hasta mediados de la década de 2030.
En su fase positiva, la AMO tiende a producir situaciones de bloqueo atmosférico durante la primavera y el verano, que producen una alternancia entre prolongados lapsos secos muy calurosos, y prolongados lapsos con precipitaciones de extrema abundancia. Asimismo, se observa un calentamiento del Atlántico Sur a la altura de la desembocadura del Río de La Plata, que produce eventos de sudestada, con episodios de tormenta sobre el litoral atlántico y fluvial.
A esto se suma una fuerte actividad del sistema meteorológico del Polo Sur, que se encuentra en su fase positiva, impulsando vigorosas masas de aire frío, que producen marcados descensos térmicos. En lo que va de la presente campaña agrícola, el aporte de aire cálido y húmedo generado por los otros factores actuantes, moderó los descensos térmicos, dando una temporada con una temperatura media superior a lo normal.
No obstante, es de temer que, al comenzar el otoño de 2015, este efecto se revierta, dando como resultado un comienzo temprano de la temporada de heladas. En Noviembre, las precipitaciones serán abundantes, aunque muy irregulares en la mayor parte del área agrícola boliviana, la mayor parte del área agrícola del Paraguay, la mayor parte del área agrícola brasileña, el norte y el sudeste de La Argentina y el sudoeste del Uruguay.
Contrariamente, el este del NOA, Cuyo, gran parte de la Región Pampeana, el sur y el centro de la Mesopotamia, el extremo sur del Brasil y la mayor parte del Uruguay experimentarán precipitaciones moderadas a escasas. Se alternarán lapsos secos y calurosos, con intensas rachas con tormentas, con aguaceros torrenciales, granizo y vientos.
Sólo la costa atlántica brasileña y argentina y el sur del Uruguay experimentarán registros térmicos moderados. El riesgo de heladas desaparecerá de la mayor parte del área agrícola, salvo el Sudeste Bonaerense donde podrían registrarse eventos localizados.
En Diciembre, Las precipitaciones serán extremadamente variables, observándose focos de intensa actividad, con tormentas severas, con riesgo de granizo y vientos, entre los cuales se intercalarán franjas con escasas precipitaciones. Estos fenómenos extremos se alternarán con lapsos secos y extremadamente calurosos. El riesgo de heladas desaparecerá totalmente, mientras que las temperaturas máximas serán elevadas en la mayor del área agrícola, salvo el Litoral Atlántico.
El verano que se acerca mostrará precipitaciones abundantes a muy abundantes en la mayor parte del área agrícola boliviana, la mayor parte del área agrícola brasileña, el norte y el sudeste del área agrícola argentina, el área agrícola paraguaya y la mayor parte del área agrícola uruguaya, presentándose el riesgo de tormentas severas, con riesgo de granizo, vientos y aguaceros torrenciales.
Contrariamente, Cuyo y el oeste de la Región Pampeana registrarán precipitaciones algo inferiores a lo normal. Se producirán lapsos con bloqueo, en los que las precipitaciones se reducirán al mismo tiempo que las temperaturas máximas alcanzarán valores extremos. Hacia el final de la estación, comenzarán a producirse fuertes tormentas cordilleranas, que impulsarán masas de aire polar hacia el área agrícola, presentándose el riesgo de heladas tempranas en el sur del área agrícola argentina.