Las lluvias registradas durante el mes de agosto reabastecieron de forma efectiva el perfil del suelo sobre gran parte de la franja central y noreste del área agrícola. En estas regiones, la mayoría de los cuadros transitan etapas fenológicas críticas en la formación del rinde (encañazón/espigazón) en muy buenas condiciones ambientales.
Al mismo tiempo, comenzaron a relevarse las primeras apariciones de enfermedades (roya anaranjada y mancha amarilla) en sectores del Núcleo Norte, Núcleo Sur y Centro Este de Entre Ríos. Con menor fortuna, la región NOA no registró lluvias que permitan revertir el continuo proceso de secamiento en sus perfiles. En consecuencia la condición del cultivo ha ido disminuyendo, como así también el potencial de rinde a cosecha.
Hacia el extremo opuesto del área agrícola, extensas áreas de la provincia de Buenos Aires aún permanecen anegadas. Las zonas más comprometidas, en donde se informaron las primeras pérdidas de cuadros, se concentran sobre el Oeste, Centro y sectores del Sudeste de Buenos Aires.
Los mayores perjuicios se ubicarían en regiones con suelos de baja aptitud agrícola, escasa capacidad de infiltración o en áreas que acarrean excesos hídricos desde otoño y que no aportan superficie significativa de siembra en relación a las 3.600.000 hectáreas implantadas a nivel nacional.
Por otra parte, según los relevamientos realizados, la periferia a las zonas anegadas fue beneficiada por las lluvias registradas y mantienen un elevado potencial de rinde a cosecha. Finalmente, según nuestro informe climático las precipitaciones previstas durante los próximos siete días concentrarían sus mayores descargas sobre el centro y norte de la región agrícola, dando una oportuna pausa a las zonas anegadas y facilitando el descenso de las aguas.