El dirigente agropecuario adjudicó la inflación a "un problema estructural que hay que resolver", y afirmó que los acuerdos de precios no funcionan porque "son pan para hoy y hambre para mañana".
Por eso, Buzzi volvió a cargar en duros términos contra Moreno, de quien dijo que es un "bravucón" y "un cavernícola en materia económica".
"Nada de lo que haga Moreno va a dar resultado", enfatizó el titular de la FAA, al descartar un eventual éxito del acuerdo de precios por 60 días, sobre el que advirtió que sólo sirve para "distraer".
Al respecto, aseguró que el acuerdo con supermercados "es para la gilada", y afirmó que "se engaña por 60 días, es como querer tapar el sol con un dedo".
Cadena. "Es hora de revisar cuánto gana la cadena de comercialización, cuánto influye la presión tributaria, los costos de transporte, los impuestos al gasoil", dijo.
El dirigente también reclamó, en declaraciones radiales, que el gobierno revise "con cuánto margen remarcan los supermercados, que muchos son amigos de Moreno".
Lousteau. Por otra parte, el exministro de Economía Martín Lousteau, el que firmó la resolución 125 que desató el conflicto con el campo, coincidió con Buzzi.
El economista cuestionó el acuerdo entre el gobierno y los supermercados para congelar precios, ya que, según afirmó, "no es una herramienta que pueda servir como control final de la inflación".
En ese sentido, catalogó a la medida como "una ilusión", al tiempo que negó que se pueda aplicar una depreciación del dólar oficial.
"Es un acuerdo de precios que funciona desde lo simbólico pero no desde lo efectivo. Cuando la administración kirchnerista comenzó con los acuerdos de precios a fines de 2005 y 2006, la inflación era un tercio de la que está siendo ahora", explicó. Lousteau evaluó que una de las principales causas de la inflación es que "el gobierno gasta demasiado y gasta mal", y luego rechazó que se pueda aplicar una depreciación del dólar porque "es difícil devaluar algo que vos tenés controlado y que nadie lo puede comprar".
"El pasado mostró hasta ahora que son más simbólicos que otra cosa los acuerdos de precios porque en el pasado ocurría que algunos bienes estaban incluidos pero después faltaban o te los vendían por otro lugar o ponían algunas marcas a un determinado precio y cuando se agotaban tenías que comprar las otras", indicó.
"Hace cuatro o cinco años la presidenta hablaba de lograr un gran acuerdo nacional para ir en el sendero de Alemania, pero ahora estamos hablando de acuerdos de dos meses con los supermercadistas y cadenas de electrodomésticos", recordó.
"Es una reducción abrupta de las expectativas de adónde uno quiere ir y eso te marca el riesgo de inflación que tenés y la incertidumbre que tienen los formadores de precios con respecto a lo que el Gobierno va a hacer", concluyó.