El ministro de Economía, Axel Kicillof, afirmó que el principio central del acuerdo con el Club de París "es crecer para poder pagar". Por ello, remarcó que "necesitamos garantizar la sostenibilidad de la deuda, y no desde el punto de vista de que dejen de rodillas a la Argentina".
En una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda para dar detalles del acuerdo, Kicillof explicó que la deuda con el Club de París "fue contraída por otros gobiernos", y ponía trabas en la relación bilateral con los países que integran este organismo multilateral. "Lo importante es que esta deuda que cayó en default en el 2001 fuimos a regularizarla porque ponía trabas con los países integrantes en la relación bilateral", aclaró el ministro.
"Paulatinamente, lentamente y responsablemente, en función de no comprometer la posibilidad de crecimiento, hemos arreglado uno de los entuertos más que nos dejó el neoliberalismo, con condiciones favorables para Argentina", esgrimió Kicillof. "Nuestro principio es crecer para poder pagar. No sobreendeudarnos, tener capacidad de pago y no condicionar una política económica que le permitieron al país crecer a tasas históricas por un tiempo prolongado", argumentó el funcionario.
Además, Kicillof recordó que "todos los acuerdos se hicieron durante años con la tutela del FMI, que dictaba un programa que el gobierno del país deudor debía acordar". Agregó que estos programas implicaban "condicionalidades, pérdida de soberanía y dependencia económica". "Nosotros hemos iniciado una negociación atípica, hay un sólo ejemplo similar, cuando Indonesia tuvo un tsunami", dijo el ministro. "Nosotros fuimos sin el FMI porque el país no está en una situación en la que le tengan que imponer condiciones económicas desde afuera", aseveró Kicillof. "Así y todo conseguimos un buen acuerdo, y en cuotas", añadió.
Consultado sobre la cifra final del pago, Kicillof detalló que los u$s 9.700 millones surgen de la actualización con la aplicación de la tasa que figuraba en los contratos que se firmaron con los países cuando se fue renegociando, con aval del Congreso; el último de ellos fue en el '92.
El ministro detalló que se acordó un pago mínimo para cada año, además de uno variable que dependerá del flujo de inversiones que ingresen de parte de empresas con casas matrices en los países acreedores. Y por último, se pactó desembolso objetivo para terminar la deuda en cinco años.
Sobre la negociación, el ministro sólo quiso revelar que en principio "querían que paguemos en un año el 10% de lo que hay en las reservas".
Tras maratónicas negociaciones que se extendieron durante todo el miércoles y las primeras horas del jueves, el Gobierno llegó a un acuerdo con los acreedores del Club de París, encabezados por Ramón Fernández, titular de la entidad.