Comenzó la novena edición de Agrotendencias, el seminario organizado por la Federación de Acopiadores que ha logrado posicionarse en la agenda sectorial como el Outlook de la Argentina. El objetivo de este clásico encuentro, que se lleva a cabo en el Hotel Emperador de la ciudad de Buenos Aires, es analizar el comportamiento de las principales variables de los mercados globales.
“En cada uno de nuestros encuentros hay dos conceptos recurrentes. Por un lado, la importancia de los mercados y por otro los perjuicios generados por las ineficaces e inequitativas medidas de intervención adoptadas por el Gobierno”, dijo Roberto Riva, el presidente de la Federación de Acopiadores durante la apertura del Seminario.
“Siento una profunda tristeza al ver que habiendo destruido la producción, afectado la actividad de la industria, anulado las exportaciones y encarecido artificialmente la mesa de los argentinos, pareciera que no se advierten signos de cambio en las políticas agropecuarias”, agregó.
“La defensa de los mercados no es un capricho neoliberal”, acotó. En opinión del presidente de la Federación, mezclas de ideologías y creencias suponen que contar con materias primas baratas incentiva el desarrollo industrial y protege la mesa de los argentinos. “Eso es un grave error conceptual e histórico, por no concebir a la agricultura como un eslabón fundamental de una cadena agroindustrial eficiente, dinámica y con capacidad para abastecer al mercado interno y tener una fuerte inserción internacional”, dijo.
“La experiencia de la carne, la energía y el trigo son elocuentes y sus resultados absolutamente previsibles según cualquier manual de economía. Lo que me cuesta creer es esta suerte de negación de la realidad”, comentó.
“Es evidente que la caída en el tipo de cambio real a raíz de la inflación interna no reconocida ha creado un estrechamiento de las rentabilidades. Esto se debe al fuerte aumento de los costos de producción y gastos de estructura con casi un mismo precio que el año pasado para la soja en pesos nominales, lo que marca una peligrosa modificación de los precios relativos a favor de los bienes no transables”, puntualizó, para agregar: “para este escenario nuestra historia económica nos enseña cuál puede ser el final”.