China, el segundo mayor consumidor mundial de maíz, compró más de la nueva cosecha estadounidense, que recién llegará a los mercados en septiembre, llevando el total de los pedidos desde febrero a alrededor de 600.000 toneladas, dijeron operadores.
Los cargamentos adicionales fueron comprados por molinos forrajeros privados, que ya habían adquirido 240.000 toneladas a fines de febrero, ante los altos precios domésticos.
Los operadores dijeron que grandes compradores, como la nacional COFCO, están evitando cerrar adquisiciones de grandes volúmenes de maíz a la espera de que los precios sigan bajando, mientras que Sinograin, que administra las reservas estatales de China, también podría acudir a Estados Unidos después de finalizado su programa de reposición doméstica el 30 de abril. Los futuros de maíz de Chicago, que siguen la cosecha recolectada en el otoño boreal, retrocedieron un 7,1% en los primeros dos meses del año, en el segundo peor desempeño durante el invierno boreal para el contrato de la cosecha nueva en una década.
Sin embargo, las disminuciones no mellaron el entusiasmo de los productores para sembrar maíz en la primavera boreal, dijeron agricultores de Estados Unidos, el principal exportador mundial del cereal. Sinograin no ha estado reponiendo sus reservas a toda marcha porque los precios domésticos están oscilando por encima de los valores fijados por el Gobierno para la acumulación de existencias, dijo el presidente de la compañía, Bao Kexin, la semana pasada al margen de la sesión anual del Parlamento.