Los agricultores franceses desplegaron este jueves unos 1.700 tractores en París para manifestarse contra la caída de sus ingresos y pedir ayudas públicas antes de una reunión europea prevista la semana que viene en Bruselas.
"¡Francia, no abandones a tus agricultores!" o "Agricultores en peligro" se podía leer en algunas de las grandes banderolas que portaban los manifestantes, tras varios días de marcha hacia la capital, mayoritariamente desde el norte y oeste del país.
Los agricultores exigen al gobierno socialista nuevas ayudas financieras para hacer frente a su delicada situación económica, así como reformas de fondo.
En la mañana del jueves, y tras pasar la noche cerca de la capital, unos 1.700 tractores repartido en seis convoyes distintos ingresaron en París, provocando menos atascos de lo previsto porque las autoridades habían pedido a los parisinos que usaran los transportes públicos.
Al son de cánticos celtas, y portando banderas bretonas, numerosos jóvenes agricultores del oeste del país --región muy afectada por las crisis lechera y porcina-- encabezaban el cortejo.
Los manifestantes y sus tractores se dirigieron hacia la plaza de la Nation, en el este de la capital, donde prevén acampar todo el día.
El Fnsea, el principal sindicato de agricultores francés, y las otras organizaciones que convocaron la manifestación esperan la llegada de al menos 1.700 tractores a la capital y de entre 4.000 y 5.000 agricultores que llegarán en autocar y en tren.
Según la policía de París, a media jornada se contabilizaban en la capital unos 1.400 tractores.
La manifestación no será "un cortejo folclórico ni un desfile de tractores", advirtió Dominique Barrau, secretario general de Fnsea.
En un contexto de crisis que afecta a los sectores de la producción de leche y de carne bovina y porcina, el sindicato decidió pedir a los agricultores que se manifestaran en París "para evitar que se liquide a la agricultura francesa".
"No renunciamos a nada, creo que los parisinos nos apoyarán" afirmó Dimitri Ducher, de 29 años, criador de cerdos, procedente de Bretaña (noroeste).
"Los precios son bajos. Hay cada vez más normas. Las normas son necesarias, pero cuestan dinero. Y los precios no están a la altura" explica Mathieu, de 20 años, productor lechero de la región norteña de Picardía.
Tras haber efectuado más de 500 acciones de protesta este verano, los agricultores esperan "un compromiso de parte de los poderes públicos".
El gobierno francés anunció el 22 de julio un plan de urgencia de 600 millones de euros, mediante la condonación de deudas y el aplazamiento de cotizaciones sociales.
El contexto internacional es además particularmente desfavorable, entre el embargo ruso a los productos agroalimentarios europeos, el fin de las cuotas lecheras en Europa y la ralentización económica de China, que reduce las compras agrícolas.
París pide por su lado a Bruselas un apoyo a sus productores lecheros y una revalorización del precio de intervención, un mecanismo europeo que se activa en caso de derrumbe de los precios.