El gobierno uruguayo también intervino el mercado local de hacienda. Pero lo hizo para intentar frenar un proceso de cartelización de la industria frigorífica oriental.
Esta semana el presidente del Instituto Nacional de Carnes (Inac), Alfredo Fratti, se reunió con representantes de productores ganaderos e industriales cárnicos para intentar solucionar el problema –que generó una caída importante del valor de la hacienda– por medio del diálogo.
“Los llamamos porque la función nuestra es ver qué dicen los principales actores sobre el tema: la industria y los productores. La industria dice que no tiene mucho que agregar sobre el asunto, que esto es libre mercado, oferta y demanda y que cada uno tiene derecho a pagar lo que le parece por lo que adquiere. Y los productores piden no intervención del Gobierno, libre mercado de exportación en pie (cosa que ya estaba estipulada) y revisar el beneficio del seguro de paro ampliado que tiene la industria frigorífica”, porque entienden que el mismo le estaría dando una flexibilidad en el manejo de la faena a la industria, dijo Fratti en una conferencia de prensa al finalizar la reunión.
Fratti explicó que la preocupación del gobierno uruguayo e INAC al parecer es “exagerada” de acuerdo a lo que manifestaron en la reunión los involucrados. De todas formas, el funcionario informó que en los últimos días se registró un aumento de la faena y de los precios de la hacienda que “espera que no se detenga”.
“Si es así habremos zanjado la situación y, si no, seguiremos con el problema que, no es del precio en forma absoluta, sino del mensaje que se da para los criadores, que son la madre de la producción nacional y la base económica del país”, dijo Fratti.
La metodología empleada por los principales grupos frigoríficos orientales para reducir artificialmente la faena y los precios de la hacienda consiste en emplear el seguro de paro parcial –un subsidio laboral temporario aportado por el Estado– para ir dejando inactivas diferentes plantas industriales de manera rotativa.
En referencia al subsidio laboral temporario, Fratti aseguró que sigue manteniendo que debería revisarse ese incentivo fiscal, “pero no lo podemos hacer porque es darle un beneficio a alguien que cree que el gobierno no se debe meter (en referencia a los productores ganaderos). Lo que hicimos fue marcar nuestra opinión públicamente, llamamos a una reunión extraordinaria, pero como este es un gobierno democrático que debe escuchar a la gente, no podemos tomar, ni plantear, ni recomendar medidas, porque quienes son supuestamente los beneficiarios no están dispuestos a recibirlas”.
Traducido: los dirigentes gremiales uruguayos aceptan el apoyo del gobierno nacional para llevar adelante su denuncia relativa a los perjuicios generados por el proceso de cartelización industrial. Pero no quieren que los funcionarios modifiquen las reglas de juego vigentes en el sector.
El propio presidente uruguayo José “Pepe” Mujica volvió a mencionar el problema (lo que indica que el mismo es una prioridad para el gobierno oriental). Esta semana, en su programa radial semanal, llamó a no dar señales negativas a los criadores porque afectará a “la gallina de los huevos de oro”.
“Si no hay crías abundantes, no habrá novillos disponibles ni vacas adultas. Hay que cuidar todas las piezas de la cadena y eso implica no abusar”, alertó Mujica.
El presidente de Uruguay definió al sector ganadero como “vendedor de pasto transformado”, lo que en definitiva nos da la presencia en el mundo, “donde conseguimos las divisas con las que pagamos lo mucho que importamos”.
Mujica recordó que la principal actividad industrial del Uruguay es la frigorífica, con no menos de 30 plantas, la que está unida al trabajo del campo, el transporte, la producción de raciones, las vacunas y las herramientas agrícolas, que componen la principal actividad que mueve a la gente en el país oriental.
“Si no hay cría, a la larga no hay nada de lo demás. Es una actividad poco rentable, pero hay que cuidarla”, argumentó Mujica, para luego añadir que “es razonable que una industria que, por competencia y otros factores, tuviera sus márgenes comprometidos, intente recomponerlos”, pero sin que eso termine operando en contra del conjunto de la cadena.
“Ganará más en el corto plazo, pero perjudicará en el largo plazo a toda la cadena”, insistió.
