Ya implantados los últimos lotes de cebada en el centro y sur de la provincia de Buenos Aires durante los últimos quince días, podemos decir que la siembra de cebada llegó a su fin. De este modo, se cubrieron a nivel nacional 1.270.000 hectáreas, marcando una caída interanual de -19,1 %, en números absolutos se implantaron unas 300 mil hectáreas menos respecto a la última campaña (2012/13: 1.57 MHa). Dicha caída obedece principalmente a los magros resultados, tanto en rinde como en calidad, obtenidos el ciclo previo, producto de la excesiva humedad que dejó la primavera de 2012.
Actualmente, la ausencia de precipitaciones comienza a afectar la parte del área nacional de cebada; sin embargo, más del 75 % de la superficie se concentra sobre el sur bonaerense y pampeano, en donde casualmente la disponibilidad hídrica aún es buena. En estas regiones se pueden apreciar lotes desde plena emergencia hasta cuadros comenzando la etapa de macollaje. Si bien los bajos registros térmicos ralentizaron el normal desarrollo, fenómeno esperable para ese período del año, los cuadros evolucionan en muy buenas condiciones.
Hacia el Oeste de Buenos Aires y Norte de La Pampa, los lotes evolucionan en buenas condiciones desde V3-V4 (tres a cuatro hojas expandidas) hasta pleno macollaje, pese a ello la oferta hídrica comienza a ser ajustada. El productor espera nuevas precipitaciones con el fin de mantener el buen estado de los cuadros implantados con cebada.
Las regiones del Núcleo Norte y Sur, en donde se concentra más del 9 % del área nacional, el 92 % transita pleno macollaje mientras que el 8 % restante aún se encuentra desarrollando hojas. Respecto al estado del cultivo, se pudo relevar que el 63 % del área evoluciona en buenas condiciones, un 28 % en muy buenas condiciones y la superficie restante se distribuye entre excelentes y regulares condiciones.