China importó 9,12 millones de toneladas de soja en diciembre, el segundo más grande volumen mensual en registros, y llevó el total importado en 2015 a un máximo histórico de 81,69 millones de toneladas, según mostraron ayer datos oficiales.
El incremento de las importaciones de soja de diciembre fue del 6,9% respecto del año anterior, mientras que los embarques de 2015 crecieron un 14,4%, de acuerdo con los datos de la Administración General de Aduanas, reflejando la fuerte demanda de harina de soja, un ingrediente clave en la producción de alimento para animales.
Las importaciones sojeras de China en el año comercial que finaliza en septiembre del 2016 crecerían a más de 82 millones de toneladas por una demanda de harina de soja mayor a la esperada, dijeron analistas locales, por encima de las 80,5 toneladas que pronostica el estadounidense Departamento de Agricultura.
Las importaciones chinas de aceites comestibles vegetales crecieron en diciembre un 30,5% respecto al año anterior, a 770.00 toneladas. En el año calendario 2015 las importaciones se incrementaron un 4,1%, a 6,76 millones de toneladas, de acuerdo a los datos oficiales
A su vez, las importaciones de materias primas de China aumentaron en diciembre, ya que la caída de los precios provocó compras oportunistas, pero se espera que los envíos empiecen a reducirse este año por el impacto de la desaceleración económica en la demanda. Así, para el año calendario 2015, las importaciones de petróleo, mineral de hierro y soja marcaron niveles récord, mientras el cobre se mantuvo estable. El carbón fue la excepción, con un descenso de las importaciones debido a una sobreabundancia a nivel local que hizo caer los precios y la demanda.
El comercio total de China en diciembre se contrajo mucho menos de lo esperado, pero aún es probable que desemboque en el crecimiento anual más débil del país en 25 años. El segundo mayor importador mundial de crudo y el principal comprador de cobre, carbón, mineral de hierro y soja está experimentando también cambios en la demanda, mientras los responsables de política intentan centrarse en un crecimiento liderado por los consumidores y con nuevos estándares medioambientales.