La semana pasada el consultor agrícola Sebastián Salvaro indicó que, en caso de que el nuevo gobierno elimine las retenciones en trigo, en enero próximo el valor debería ubicarse en torno a los 200 u$s/tonelada, mientras que el contrato futuro del Matba de esa posición ayer martes cerró en 162,5 u$s/tonelada.
“Aún existe una diferencia de unos 40 u$s/tonelada entre ambos valores; nuestra recomendación es no vender trigo ahora: esperen”, aconsejó Salvaro.
Pero los que prefirieron no esperar fueron algunos grandes empresarios molineros: esta semana comenzaron a ofrecer la bolsa de harina de trigo de 50 kilogramos un precio mayorista de 270 a300 pesos en la zona de influencia de la ciudad de Buenos Aires.
Apenas un mes atrás, cuando muchos creían que el candidato kirchnerista Daniel Scioli podía llegar a ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta, el precio de la bolsa de harina oscilaba entre 120 y 140 pesos.
Pero ahora, con la probable victoria de Mauricio Macri (Frente Cambiamos) en la segunda vuelta del 22 de noviembre, a partir de diciembre próximo –cuando asuma el gobierno– se prevé la eliminación total tanto de las restricciones al comercio exterior (ROE) como de las retenciones al trigo (23% del valor FOB).
El dato es que los precios internos del trigo siguen planchados: 1400 $/tonelada (145 u$s/tonelada) para el trigo de calidad básica para molinería (“artículo 12”) en Buenos Aires. Apenas un poco más que los 1250/1300 $/tonelada ofrecidos un mes atrás.
Semejante crecimiento del precio de la harina sólo puede estar indicando una cosa: el producto ya comenzó a registrar por anticipado el desmantelamiento del cepo triguero kirchnerista y un tipo de cambio del orden de 12 $/u$s.