La industria productora de pollos, fuertemente concentrada, habría decidido ir reduciendo gradualmente su oferta nacional, una determinación que debía haber hecho mucho antes. También ha resuelto un aumento en el valor mayorista del cajón de pollos.
La sobreproducción de pollos, que por el atraso en el tipo de cambio y la situación del mercado mundial no puede canalizarse hacia la exportación, determina valores para el producto que se vende localmente que no alcanzan para cubrir los costos.
Estudios realizados en Estados Unidos sostienen que los consumidores, después de varios años de encontrar en las góndolas una abundante oferta de pollo, tienden a acostumbrarse a un nuevo tipo de dieta y a hacer un “reemplazo estructural” de la carne vacuna por la carne de pollo, cuyo consumo luego no abandonan.
En Estados Unidos también se preguntan: “¿Qué va a pasar cuando dentro de unos años el stock se recupere y aumentemos la oferta de carne vacuna en las góndolas?”.
Y por casa, cómo andamos. En la Argentina, el consumo de carne de pollo en los últimos tres años se ha difundido en todo el interior y en los lugares más pobres del Gran Buenos Aires.
Hoy los sectores más carenciados incluyen alitas, menudos de pollos o carcasas en sus dietas para agregar proteína a sus comidas, una necesidad que históricamente cubrían con carne vacuna picada o cortes económicos vacunos.
Aun con el aumento que ha experimentado el precio mayorista del pollo en las últimas semanas (10 a 15 por ciento), la carne de pollo sigue siendo tremendamente competitiva frente a la vacuna y la porcina. Creemos que las bajas previstas en el consumo de pollo serán sólo marginales y no incidirán en la demanda por carne vacuna, la cual sigue muy cara.
Con una visión de conjunto, debe decirse que el consumo total de carnes en la Argentina (la sumatoria de vacuna, aviar, porcina) sigue siendo, con unos 114 kilos per cápita, uno de los más altos del mundo, sólo superado por el de los Estados Unidos, donde además de estas carnes se consume un gran volumen de carne de pavo.
En el mundo. En 1997, el mercado mundial de carne vacuna tenía un volumen de 5,57 millones de toneladas, y un precio FOB promedio (para los países sudamericanos) del orden de los 1.450 dólares por tonelada.
A partir de estos datos, se puede estimar que el monto de lo comercializado internacionalmente durante aquel año fue unos ocho mil millones de dólares.
Para el 2012, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (Usda) estima un volumen de 8,7 millones toneladas (450 mil toneladas más que en el 2011). Ese volumen, con un precio promedio de 3.800 dólares por tonelada arroja un monto transado total del orden de los 33 mil millones de dólares. Es decir, un crecimiento del mercado internacional de la carne vacuna del 310 por ciento, en menos de 15 años.
A estas cifras habría que agregarle el comercio internacional de ganado vacuno en pie, ya cercano a los cuatro millones de dólares anuales. Además del contrabando de hacienda; según un informe publicado recientemente, salen de la India a Bangladesh por año unos 1,5 millones de animales de contrabando, que cubren el 50 por ciento del consumo interno del país receptor.
En el mercado internacional de la carne vacuna, desde hace varios años la demanda supera a la oferta.
Ignacio Iriarte
Consumo de carne
La demanda mundial supera a la ofertaEn 1997, el comercio mundial de carne vacuna era de 5,7 millones de toneladas por un valor total de 8.000 millones de dólares
29 Sep 2012
29 Sep 2012