La actividad económica de Rosario creció 7,8% en el mes de febrero de este año en valores constantes, comparada con igual período del año anterior cuando aún no estaba en vigencia la cuarentena, y registró un repunte del 2% respecto a enero último. De ese modo, el indicador que mide los niveles de facturación locales suma el alza interanual consecutiva más alta desde diciembre y es una foto del proceso de recuperación que se fue consolidando desde fines de 2020.
Los datos se desprenden del último informe del Indicador Mensual de Facturación que elabora la Secretaría de Desarrollo Económico de la Municipalidad en base a las declaraciones juradas presentadas mensualmente por los contribuyentes del Régimen General del Derecho de Registro e Inspección (Drei).
Así, la actividad económica local mostró un comportamiento totalmente diferente al que se registró a nivel nacional, que cayó en febrero 2,6% en relación a igual mes del año pasado y 1% en comparación a enero, según los datos del Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
"En nuestra ciudad estamos alrededor del 5% del crecimiento en enero y febrero. Es un efecto rebote, siguiendo la inercia de diciembre", dijo hace una semana en diálogo con La Capital, el secretario de Desarrollo Económico de Rosario, Sebastián Chale. Al respecto, los números finos muestran que la evolución bimestral fue finalmente del 5,8%.
El relevamiento correspondiente al segundo mes del año en Rosario muestra que la industria manufacturera fue la gran impulsora de esta evolución, con un crecimiento interanual en febrero 2021, respecto de igual mes de 2020, del 30,04%, y también del aumento del 11,28% del rubro comercial, ambos los de mayor ponderación en el índice, con una participación del 23% y 43% respectivamente.
En cambio, el indicador local muestra una caída anualizada del 16,14% en la construcción durante febrero y un retroceso del 5,82% en servicios privados.
Al interior de cada sector
Si se analiza la evolución acumulada anual correspondiente al primer bimestre de este año en la comparación interanual, la industria creció 29,79%; el comercio 9,26% y la construcción cayó 10,42% y los servicios privados bajaron 8,67%.
Al interior de cada sector y en sintonía con lo que ocurrió a nivel nacional, la industria de metales, productos de metal y maquinaria fue la que más creció con una evolución 59,8%, seguida por minerales no metálicos (+27,4%); fabricación de componentes electrónicos y equipo eléctrico (+23,1%); vehículos y equipos de transporte (+17,1%); petróleo, productos químicos, caucho y plásticos (+15,4%) y alimentos, bebidas y tabaco (+9,7%). En cambio, dentro de la industria, cayó la fabricación de textiles, confecciones y cueros un 7,5%.
Por otra parte, el comercio al por mayor lideró las subas con el 17,9%, seguido por venta, mantenimiento y reparación de vehículos (+16,1%) y finalmente el comercio al por menor, con un crecimiento del 4,3%.
También el indicador muestra los efectos de la situación de pandemia en los servicios, fundamentalmente los ligados al turismo, ya que el rubro alojamiento y servicios de comida cayó 31,8% y transporte, almacenamiento y comunicaciones bajó 11,1%. También cayó el rubro inmobiliarios, empresariales y de alquiler 3,1% y servicios comunitarios, sociales y personales, que bajó 7,7%. En cambio, en ese segmento, creció 4,2% la intermediación financiera.
