Desde la madrugada, una fuerte tormenta azotó a la ciudad de Buenos Aires cuando en el Mercado de Liniers, todavía se descargaba hacienda. Mas tarde, los reseros acomodaron la hacienda en los corrales para su venta. Los consignatarios ubicaron los mejores lotes para comenzar las subastas y aguardaron pacientes su turno para la venta. Todo listo para una jornada que desde el primer momento hasta el último, se daría bajo una lluvia torrencial.
En este marco algunas subasta resultaron trabajosas. Aunque hubo muchos compradores y se vendió todo, la agilidad estuvo reservada sólo para los lotes especiales de feedlot y alguno de vaca. El resto se comercializó de acuerdo a la calidad y dentro de la tónica del cierre del período previo.
Hubo buen máximo por vacas, terneros y novillitos y muchos lotes de conserva en $8, aunque la categoría mostró un piso inferior.
Para mañana las lluvias en el centro del país comprometen fuertemente el ingreso, por lo que se espera una entrada pobre.