Ratificó a Daniel Pollack como mediador y autorizó al JP Morgan a pagar por "única vez" los servicios de deuda de los bonos emitidos bajo legislación argentina.
Aunque ya en la audiencia del último viernes Griesa había dejado claro que no quería relevar a Pollack, terminó confirmando por escrito su posición "porque era necesario", según afirmó en el fallo. El viernes, el abogado por la Argentina, Jonathan Blackman, pidió el relevo del mediador por "pérdida de confianza" y tras la negativa de Griesa, el Gobierno se preparaba para realizar una presentación formal por escrito acusando a Pollack por "parcialidad".
Según la decisión de Griesa, "el tribunal ha seguido el trabajo de un mes de duración del mediador, que ha estado haciendo todo lo que se le requirió con gran habilidad". Por su parte, Blackman había asegurado que la Argentina consideró "doloroso y perjudicial" el comunicado que Daniel Pollack redactó en la reunión previa al cese de pagos, a lo que Griesa contestó que "el mediador no creó una condición adversa, sino que ésta ya existía" y que en sus comunicados "no ha habido nunca un signo de imprecisión".
"Además, este tribunal había pedido al mediador que si las negociaciones se rompían o eran suspendidas, emitiera un comunicado y no dejara el registro público en blanco", aseguró la orden.
"Es difícil imaginar un movimiento peor por parte de este tribunal que quitar al mediador. Sería una gran injusticia e interferiría drásticamente en el proceso que ha tenido lugar hasta ahora y que debe continuar. Es más importante seguir en la mesa de negociación para que los asuntos de este caso sean resueltos", concluyó Griesa.
El juez también emitió otra orden por la cual desbloqueó el pago de intereses por parte de JP Morgan Chase en el caso de bonos de deuda argentina emitidos en dólares, por lo que esa entidad quedó en las mismas condiciones aprobadas a fines de julio para el Citibank, y el viernes pasado para Euroclear y Clearstream. En los tres casos, Griesa emitió la exención por única vez de la cláusula pari passu o de pago simultáneo a los fondos buitre y a los bonistas que entraron en los canjes de 2005 y 2010.
Entre estas excepciones no se encuentra el Bank of New York Mellon (BoNY), en cuya cuenta siguen bloqueados los u$s 539 millones que ingresó la Argentina el 26 de junio para tenedores de deuda reestructurada.
En el primer fallo con la excepción al Citibank, Griesa había dicho que no quería perjudicar a Repsol y el argumento es el mismo para las otras exenciones, porque los bonos recibidos por la empresa española de los que ésta ya se desprendió, no pueden diferenciarse de los otros bonos emitidos en dólares por la Argentina y se encuentran dentro del mercado europeo.