La circulación de camiones cargados de soja con destino a Brasil es frecuente en nuestra región. Pero la magnitud del negocio y de la evasión se comenzó a desentramar gracias a los puestos de control fiscal. Llamó la atención de los inspectores, hábiles en detectar documentación ilegal, los datos contenidos en las cartas de porte y el Código de Trazabilidad de Granos (CTG). Así fue que habrían detectado esta maniobra que se pondría en manos de la Justicia Federal de Misiones y 3 Arroyos, provincia de Buenos Aires.
Unos 200 camiones involucraría esta apuesta evasora en marcha, de los cuales varios están interdictados en los puestos de control fiscal hasta que aparezcan responsables del transporte y las fuerzas nacionales corroboren legalidad del vehículo.
La investigación en marcha de la DGR que iría a la Justicia, detectó venta de documentación para el transporte de granos en Chaco. Como así que los evasores, ligados a ex funcionarios del gobierno nacional, utilizaban datos fiscales de terceros –generalmente pequeños productores de soja- y sociedades fantasmas que se ocupan que la mercadería llegue hasta el río Uruguay, para cruzarla por El Soberbio, Aurora, Alba Posse, Irigoyen, entre otros, en pequeñas barcazas que van y vienen a una y otra orilla portando no más de 30 bolsas en cada viaje.
Como se estila cuando se registra carga de dudosa procedencia, con documentación inválida, la DGR envía sendas cartas documentos para que los involucrados precisen su situación. Así fue que la productora citada en esta maniobra evasora, ya habría informado que nada tiene que ver con el tema y que sus datos habrían sido obtenidos de modo fraudulentos por lo cual haría una presentación en el juzgado de 3 Arroyos para desvincularse del tema.
La mayor parte de los camiones interdictados operarían para un empresario, que tendría su domicilio en Misiones, y que estaría vinculado al transporte de pasajeros y de cargas en Argentina. Dicen que habría sido parte del entorno íntimo de un ex funcionario nacional.