1.- Primeros 10 minutos
Nuestra evolución nos llevó a preferir alimentos ricos en calorías y la hamburguesa del McDonald’s tiene 540. Es por este motivo que durante los primeros minutos de consumo nuestro cerebro comienza a liberar un neurotransmisor llamado dopamina que nos hace sentir placer. La cocaína genera un efecto similar.
2.- A los 20 minutos
El efecto del sirope de maíz y el sodio ya está haciendo lo suyo. Por esta razón no puedes dejar de comerla o simplemente optas por comerte una segunda Big Mac.
3.- Tras 30 minutos
Con los 970 miligramos de sodio en tu cuerpo, vas a tener tanto exceso de sal que empieza el proceso de deshidratación. Tus riñones trabajan más rápido tal como tu corazón, llevándote a correr por una coca cola normal para suplir la deshidratación.
4.- A los 40 minutos
El azúcar se vuelve loco en tu sangre y libera altos niveles de insulina, que a su vez hacen lo propio con la glucosa. ¿El resultado? engañar a tu cuerpo. Aún quieres más Big Mac.
5.- A una hora de haber comido
Para la hora que lleva la hamburguesa recorriendo tu cuerpo, y con tu felicidad desbordada por la comida consumida, pasa lo siguiente: tres días tarda en salir totalmente de tu cuerpo, mientras que los 1.5 gramos de grasas trans que trae la delicia tardarán más de 50 días en salir.
El After
