El tiempo no está acompañando en la zona en la medida en que lo necesitan los cultivos ya implantados y la época de siembra. En efecto, las lluvias en lo que va del mes resultaron escasas. La implantación de soja de 1ª estaba frenada hace una semana por falta de humedad, pero una lluvia de 17 mm a mediados de esta semana permitió reanudar la siembra. El agua acumulada en el perfil del suelo dista de ser ideal para el desarrollo inicial de los cultivos. La humedad es un tema más de preocupación en un momento de precios bajos para los cultivos, en una zona en la que la distancia de 400 km al puerto de Rosario tiene enorme gravitación en los costos al momento de la comercialización.
Para siembras en campo propio los resultados proyectados del cuadro muestran importantes quebrantos para el trigo, que no es posible revertir con los resultados de la soja de 2ª. El rinde de indiferencia que se necesita para cubrir los costos totales en el cultivo de trigo es de 67 qq/ha (el doble de rinde del que usualmente se logra en la zona), mientras que para la soja de 2ª de necesitan 18 qq/ha para cubrir costos.
El cultivo de maíz necesita 87 qq/ha para cubrir el total de costos. Este cereal necesita de una buena provisión de humedad para alcanzar este rinde, y el clima no está acompañando en las etapas iniciales.
En el cultivo de girasol se necesita lograr un rinde de indiferencia de 19 qq/ha para cubrir los costos y en soja de 1ª se necesitan 27 qq/ha. En el rango alto de los rindes que se muestran, estos dos cultivos proyectan resultados positivos, pero ajustados
Para siembras en campo arrendado el panorama es mucho más difícil. Para los precios y costos que se muestran en el cuadro, los rindes de indiferencia se ubican en 79 qq/ha para trigo, 22 qq/ha para soja de 2ª, 93 qq/ha para maíz, 23 qq/ha para girasol, y 31 qq/ha para soja de 1ª.
En el contexto actual de precios, sólo con un clima perfecto es posible apuntar a rindes que permitan salir de la zona de quebranto. Los quebrantos que se proyectan se explican en los bajos precios. Con precios bajos para los commodities el efecto de las retenciones a las exportaciones es determinante en los quebrantos. No cabe duda de que en trigo y en maíz las retenciones deberían eliminarse. Antes los elevados costos de transporte, las zonas más alejadas de los puertos (que a la vez tienen menor potencial productivo por suelos y clima) son las más perjudicadas.