En sus últimas apariciones públicas para explicar la política cambiaria, Axel Kicillof se ha reservado siempre un párrafo crítico hacia los productores agropecuarios, a los que acusa de demorar la venta de sus granos a la espera de una mayor devaluación.
Aunque es cierto que los chacareros tienen en su poder mercadería por unos U$S 4.000 millones, las propias cifras oficiales desmienten maniobras especulativas. Peor todavía, buena parte de esas cosechas no se venden por decisiones tomadas desde el propio Gobierno.
"Hay miles de silo-bolsas, por unas 11 millones de toneladas, que equivalen a U$S 4.000 millones sin liquidar", dijo el viernes el ministro de Economía, que aseguró que ese dinero (más unos supuestos "préstamos" por 2.500 millones de las cerealeras), ya deberían haberse incorporado a las reservas del Banco Central.
No hay ningún dato, sin embargo, que avale dicha pretensión ministerial.
En rigor, los productores han volcado al mercado volúmenes de soja bastante parecidos a los de años anteriores. A esta misma altura de cada año, en 2011 habían vendido 42 millones de toneladas, en 2012 (cosecha récord) unas 48 millones, y en 2013 unas 39 millones.
Los datos del Ministerio de Agricultura muestran que a mitad de enero de 2014 el sector se desprendió de 41 millones de toneladas de poroto. Esto es, vendió 2 millones más que el año anterior.
Las ventas de soja por parte de la producción primaria explican otro dato difícilmente refutable: que a pesar de la baja de los precios internacionales de los granos, el sector ha liquidado más dólares en 2013 que un año antes. Según datos de Ciara-CEC, ingresaron U$S 23.208 millones, contra U$S 23.069 millones de 2012.
Los analistas agrícolas, de todos modos, admiten que los productores conservan parte de una porción normal de soja en su poder, que deberían vender de aquí al ingreso de la nueva cosecha, en mayo próximo.
El corredor Javier Buján, por caso, calculó un remanente de 5,5 millones de toneladas valuadas en U$S 2.800 millones. Gustavo López, de Agritrend, fue más moderado y habló de U$S 2.400 millones. En ningún caso se trata del acaparamiento denunciado por Kicillof, pues el remanente representa 10/15% de la cosecha.
Los expertos también coinciden en que si el Gobierno no tiene todas las divisas del agro que precisa es por su propio desempeño. No sólo porque no logra llevar calma al mercado cambiario, invitando a los chacareros a retener su mercadería a la espera de recibir mejores precios. Tampoco ayuda el hecho de que mantenga prácticamente cerradas las exportaciones de maíz y trigo.
López evaluó que podrían embarcarse rápidamente trigo por U$S 600 millones y maíz por otros 1.000 millones. Pero en estos cultivos, es el propio Ejecutivo el que no entrega los permisos de exportación. En el caso del trigo, el propio Kicillof autorizó embarques por sólo 500.000 toneladas, cuando el mercado descuenta que el saldo exportable llega al menos a 2 millones de toneladas.
A medida de que la incertidumbre cambiaria se prolongue, por cierto, la retención de granos amenaza convertirse en una realidad mucho más palpable que la que ahora denuncia el ministro. Y es que la prevención del chacarero ante el tipo de cambio es mucho más visible cuando se habla de la campaña 2013/14, lo que es decir la soja y el maíz que deben cosecharse desde las próximas semanas.
Ahí sí queda muy claro que se evitan las ventas, pues sólo se comprometieron 3,1 millones de toneladas de soja, contra 5,2 millones del año anterior. El retraso es mucho más visible en maíz, donde el sector adelantó ventas por 1,7 millón de toneladas, contra 11,3 millones de igual fecha de 2013.
Política
En busca de U$D 4.000 millonesKicillof y el campo cruzan ataques por una presunta retención de mercadería por parte del campo. Desde las entidades afirman que buena parte de la cosecha no se vendió por decisiones del Gobierno
27 Ene 2014
27 Ene 2014