Loos miembros de la Red de Seguridad Alimentaria del Conicet celebraron la semana pasada su incorporación formal a la Comisión Nacional de Alimentos (Conal), el organismo técnico asesor del sistema nacional responsable de controlar los alimentos que se consumen en el país y que se exportan. En la primera reunión plenaria de este año estuvo representado así el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
"Lo que vamos a poder aportarle al trabajo de la Conal es una mirada científico-técnica, objetiva e independiente que les servirá a los responsables de gestionar los riesgos en la seguridad alimentaria", explicaron desde la red, entidad de referencia nacional para la evaluación de riesgos en la cadena agroalimentaria y su impacto para poder prevenir las enfermedades de transmisión alimentaria (ETA), como el síndrome urémico hemolítico (SUH), la salmonelosis o el brote de gastroenterocolitis reciente en Berazategui.
En diciembre pasado, la Organización Mundial de la Salud publicó el informe más completo hasta ahora sobre cómo los alimentos contaminados afectan la salud y la calidad de vida de la población. Los datos que aportaron los países permitieron estimar que cada año enferma una de cada 10 personas por ingerir un alimento con una bacteria, virus, parásito, toxinas o sustancia química que pone en peligro la salud.
"Más allá de los recursos instalados, la idea es descentralizar el control en este campo a través de la ciencia y la tecnología y poder hacerlo en red. De esa forma, la población va a estar más segura de lo que consuma", dijo Eduardo Munin, titular de la Secretaría de Política, Regulación e Institutos del Ministerio de Salud de la Nación que este año ejerce la presidencia de la Conal.
Y agregó: "Los integrantes de la Red de Seguridad Alimentaria dominan la investigación y la evidencia disponible para tomar mejores decisiones, mientras que en Salud conocemos las herramientas para generar un ambiente más controlado para el consumo seguro de alimentos", agregó el funcionario.
La primera reunión anual de la Conal fue la semana pasada en uno de los salones del Palacio San Miguel, en el centro porteño. A modo de ejemplo, se analizó que las empresas declaren en las etiquetas de los alimentos la presencia de alergenos en sus productos, la modificación de la definición de "productos a base de vinagre" y la actualización del proceso de elaboración de la sidra y de los alimentos para usos médicos en el Código Alimentario Argentino, entre otras propuestas.
Antes de confirmar su participación en la Conal, el consejo directivo de Red hizo consultas con entidades pares, como la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, la Agencia Chilena para la Seguridad y la Inocuidad Alimentaria y la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria de Colombia, que comparten los objetivos de trabajo. "Se sorprendieron de la estructura de ciencia y tecnología de la Argentina y que el Conicet la ponga al servicio de los responsables de gestionar los riesgos en la seguridad alimentaria", indicaron desde la red.