El Gobierno decidió anticipar ayer el pago al Club de París que debía efectuarse mañana. A través del Banco Central, se transfirieron 642 millones de dólares correspondientes al pago inicial a los países acreedores. La deuda refinanciada implica u$s 9.690 millones, incluyendo intereses y punitorios. En el último párrafo del comunicado emitido por el Ministerio de Economía se ratifica la postura que, desde un primer momento, mantuvo el Gobierno ante el litigio con los fondos buitre: "De esta manera, Argentina continúa el camino de regularización de los pasivos internacionales producidos por el default del año 2001". Cristina de Kirchner resolvió, además, a último momento que Axel Kicillof la acompañe a la Cumbre del Mercosur que se llevará a cabo en Caracas (ver página 4). En el viaje, la jefa de Estado fue interiorizada por el titular del Palacio de Hacienda respecto de la orden judicial que emitió ayer el Juez Thomas Griesa que autorizó al Citigroup a realizar por única vez el pago de intereses de bonos emi
idos bajo legislación argentina. Esta orden fue interpretada por funcionarios con sentimientos encontrados. Por un lado, es el primer gesto del magistrado en el sentido de destrabar un pago a bonistas "perfoming". Pero por el otro, lo autoriza por única vez pues establece que para el próximo pago la Argentina debe detallar los bonos, "algo imposible de hacer, ya que éstos se encuentran en el mercado secundario", explicaba con lógica una fuente oficial. Sólo podría el Gobierno cumplir con esta parte de la orden de Griesa "si cada título tuviera un GPS para rastrear a cada tenedor", aseveran funcionarios. En principio, según pudo confirmar Ámbito Financiero, el Gobierno podría apelar esta orden dentro de los mecanismos legales que se dispone.
En tanto, quedó firme que hoy a las 11 hora de Nueva York, el mediador Daniel Pollack recibirá en sus oficinas al secretario de Finanzas, Pablo López, y de Legal y Técnica del Ministerio de Economía, Federico Thea, y la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona. Ayer, temprano por la mañana, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, en su habitual conferencia de prensa anticipó que viajaría la delegación rumbo a Nueva York. Sin embargo, sorprendió que un par de horas después el mediador Pollack emitiera un comunicado en el que informó que "la delegación técnica se fue de la ciudad de Nueva York el viernes por la tarde para consultar con su Gobierno en Buenos Aires. No tuve novedades de ellos desde entonces".
Pasado el mediodía, el Special Master emitió otro comunicado en el que reconoce que recibió un llamado (comentan en la Rosada que lo habría hecho Axel Kicillof) "notificándome que la delegación de representantes técnicos, financieros y legales que estuvieron en mi despacho el último jueves y brevemente el último viernes viajarán desde Buenos Aires para reunirse conmigo; nuevamente, pedí conversaciones directas y cara a cara con los bonistas, pero eso no sucederá mañana (por hoy)", remarcó Pollack. En este punto, fuentes oficiales aclaran que la negativa obedece a que justamente una de las funciones del mediador es para evitar un "encuentro cara a cara con los bonistas".
En principio, no habría que depositar muchas expectativas en el encuentro comentan en fuentes oficiales. "La Argentina dejó claro su posición". La intención del Gobierno es negociar en condiciones justas y equitativas para el 100% de los bonistas, y de este principio "no nos apartaremos", aseveran. En tanto, el ministro de Economía buscará en la cumbre del Mercosur que los países miembros efectúen una fuerte declaración de apoyo a favor de la lucha que encabeza la Argentina contra los fondos buitre. Ya en su momento, la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, sugirió que la problemática de las reestructuraciones soberanas sea discutida en la próxima reunión del G-20 en Australia. No hay duda de que en Venezuela el país recogerá muestras de adhesión, aunque éstas no impidan que si mañana no cambia la postura de los buitres o del juez, el jueves será inevitable leer: la Argentina cayó en default (a pesar de pagar).