Sostienen que los ingresos que reciben por la venta del producto no cubren los gastos de producción, pese a un subsidio de u$s 33 que les da el Gobierno por cada carga de 125 kilos.
El Gobierno de Colombia condicionó ayer el inicio de un diálogo con los cafeteros a que levanten de inmediato los bloqueos de carreteras que realizan desde hace tres días para exigir más ayuda gubernamental para el deprimido sector.
Durante la protesta, que paralizó la recolección y comercialización interna de café, se han registrado enfrentamientos entre los manifestantes y policías, que han usado gases lacrimógenos para dispersar las concentraciones que comenzaron a causar desabastecimiento de alimentos en algunas ciudades.
"Una vez se den los desbloqueos, los esperamos inmediatamente aquí para sentarnos a la mesa de diálogo. Éste es un Gobierno que ha mostrado una gran preocupación por la situación del gremio cafetero", dijo a periodistas el ministro del Interior, Fernando Carrillo.
Los dirigentes cafeteros respondieron que están dispuestos a dialogar con el Gobierno para buscar una solución que permita levantar la protesta, pero sin suspender las concentraciones y bloqueos. "Nos vamos a sentar sobre la base que nos vamos a mantener en el paro, no pueden exigirnos que cese la protesta para entrar a la mesa de diálogo", dijo Alberto Arias, dirigente cafetero del departamento del Quindío.
La protesta se produce en momentos en que Colombia busca elevar su producción de café a por lo menos 10 millones de sacos en 2013, después de incumplir sus metas en los últimos cuatro años por las lluvias y un programa de renovación de cultivos.
Colombia es el cuarto productor mundial del grano después de Brasil, Vietnam e Indonesia y uno de los principales abastecedores de cafés suaves y de alta calidad.
Pero el sector enfrenta graves dificultades como consecuencia de los bajos precios internacionales, la revaluación del peso colombiano, los altos costos de fertilización y una cosecha reducida.
Los caficultores colombianos sostienen que actualmente los ingresos que reciben por la venta del producto no cubren los gastos de producción, pese a un subsidio de u$s 33 que les entrega el Gobierno por cada carga de 125 kilos.
El director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), Robéiro Oliveira Silva, dijo que la actual situación de los precios está afectando a los productores en todo el mundo y es materia de preocupación.
"Ésta es una situación de mercado que no puede ser controlada por algún actor particular en el mercado", afirmó el dirigente en un comunicado emitido en Londres.
"La volatilidad de los precios causa serios problemas económicos a lo largo de toda la cadena de suministro del café, y afecta a más de 120 millones de pequeños productores en más de 50 países en todo el mundo, quienes dependen del ingreso en efectivo del café y tienen acceso limitado a instrumentos de manejo de riesgo", agregó.
Colombia tiene 930.000 hectáreas cultivadas con café, actividad de la que dependen unas 560.000 familias. El país viene de registrar en 2012 su peor cosecha en más de tres décadas, con 7,74 millones de sacos.
El sector cafetero ha sido uno de los más golpeados por la apreciación de la moneda colombiana, que fue de casi un 9% en 2012, pese a la intervención del Banco Central y del Gobierno.