Los integrantes del gobierno central chino están planificando recortar la asignación de recursos destinados a la industria pesada para reorientarlos al desarrollo integral del sector agroindustrial.
Por medio de un serie de documentos preliminares, que serán la base de la agenda de la reunión anual del Comité Central del Partido Comunista Chino por realizarse en marzo próximo, se indicó la necesidad de reducir la capacidad instalada sobrante de las industrias del hierro, acero y cobre.
La contrapartida de esas desinversiones será un mayor aporte de recursos para programas de irrigación agrícola, subsidios a las familias agropecuarias, desarrollo de agroindustrias y de mercados mayoristas de productos agropecuarios.
“Un mercado abierto y competitivo para productos agrícolas modernos necesita ser establecido para promover al sector. Para eso será indispensable reducir costos logísticos y fomentar el comercio electrónico”, señala un documento oficial.
Los funcionarios del gobierno liderado por el premier chino Li Keqiang se proponen que la superficie en producción agropecuaria se mantenga en un mínimo anual de 120 millones de hectáreas al tiempo que se intentará mantener los ecosistemas que aún no fueron transformados.
“Para proteger la seguridad alimentaria, China establecerá estándares sanitarios unificados a nivel nacional, relativos a productos veterinarios y agroquímicos, con el propósito de equipararlos con la normativa internacional para el año 2020”, apuntó el documento.
Otra de las iniciativas planificadas es la instrumentación de políticas de protección de niños abandonados en zonas rurales por padres migrantes a grandes ciudades (se estima que existen unos 60 millones de menores de edad en esa condición).