La producción de azúcar de Cuba, que en esta cosecha debía aumentar en 20%, quedará por debajo de lo previsto aunque es probable que supere los 1,4 millones de toneladas alcanzadas el año anterior, informaron medios de prensa gubernamentales.
Apenas dos de las 13 provincias que producen el dulce han cumplido sus objetivos hasta la fecha y la mayoría de las 50 refinerías en activo continúan trabajando a pesar de que el cierre de la cosecha estaba fijado para antes de mayo.
"Si Matanzas no puede remontar su atraso de algo más de 30.000 toneladas de azúcar, se confirmaría una vez más la creencia ya enraizada de que la suerte de la zafra no debe estar en manos del mes de abril y mucho menos de mayo", informó el diario Granma. El rotativo alertó a inicios de abril de un atraso de 18% debido a las averías en los ingenios, la escasez de caña, la falta de repuestos para las maquinarias y problemas con los equipos de transporte.
En esta zafra, que se inició a fines del año pasado, la producción de azúcar también ha tropezado con los efectos del paso del huracán Sandy, que a fines de octubre del año pasado golpeó a la zona oriental de la isla, territorio compuesto por cinco provincias, responsables de más de la tercera parte de la producción de azúcar contemplada en el plan nacional.
El Grupo Empresarial AZCUBA, que se encarga de la producción azucarera, había anunciado en diciembre que la mayoría de las fábricas cerrarían antes de mayo, cuando el calor y la humedad de la temporada de verano hacen que disminuya sensiblemente la calidad de la caña.
La zafra 2011-2012 resultó la mejor cosecha azucarera de los últimos ocho años en Cuba, al crecer la producción de azúcar en 16% y disminuir el costo de la tonelada, aunque los resultados quedaron por debajo de lo esperado.
Entre los problemas de esa campaña estuvieron el bajo aprovechamiento de las capacidades fabriles, la arrancada tardía de 21 de las 46 centrales involucradas en la zafra y los altos niveles de fallas, averías e interrupciones en la labor industrial.
El sector azucarero, que fue por décadas la principal industria de la isla, sufre de una severa descapitalización y representa ahora alrededor del 5% del ingreso de divisas de la nación caribeña. Ocho de las refinerías azucareras de Cuba fueron construidas en la década de 1970 y 1980, pero el resto se erigió antes de 1959, por lo que la mayoría requiere de una fuerte inversión de capitales para ser rehabilitadas.
El actual plan de reformas económicas en el país señala como objetivos prioritarios de esta industria el incremento sostenido de la producción de caña, el perfeccionamiento de la relación entre la central azucarera y los productores cañeros, y la diversificación.
AZCUBA espera revertir un largo declive en la producción local desde 8 millones de toneladas en 1990 y planea producir 2,4 millones de toneladas en el 2015. Esa entidad estatal se ha propuesto poner a funcionar otras diez fábricas, modernizar su tecnología, mejorar los rendimientos y los sistemas de pago de la caña y aplicar mecanismos de gestión eficiente que le permitan autofinanciarse.
Considerada en otros tiempos como la locomotora económica del país, la industria cubana tocó fondo en la cosecha 2009-2010 cuando registró una producción de 1,1 millones de toneladas, la peor en 105 años. La isla consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar anuales y vende unas 400.000 toneladas a China.