...que, sin duda, esta semana la Copa América se llevó las palmas y así seguirá hasta la final de mañana entre Argentina y Chile. Sin embargo, aún con el espíritu futbolero a full hubo tiempo para varias actividades trascendentes entre las cuales, la multiplicación de asambleas y protestas del campo en, al menos, un centenar de lugares del país, fue lo que más se vio, y lo que amenaza seguir así hasta el cambio de Gobierno (de hecho, ya se habla de una gran movida nacional para el 17 de julio, aniversario del "No positivo" de Julio Cobos). Pero las autoridades parece que no ven esto, sino todo lo contrario, y así sigue sin haber respuestas a los múltiples problemas del sector. Tanto así que el propio titular de Agricultura, Carlos Casamiquela, no dudó en afirmar a Agrositio que "si hay récord de producción, no creo que haya récord de tontos", haciendo alusión a las ganancias de los productores agropecuarios de nuestro país, según consigna el portal. Claro, el punto justamente es que es muy discutido el récord del que habla. También, se realizó el tradicional congreso anual de sorgo y maíz, esta vez por dos días en Parque Norte, y que contó con la asistencia de cerca de un millar de productores y técnicos, donde la profundización de la caída de los resultados agrícolas fue el tema casi excluyente (después del fútbol), y se alertó sobre la nueva caída (para los privados) que registraría el cultivo, de alrededor del 15%. Por otro lado, comenzó la 15ª edición de Mercoláctea, esta vez en Rosario; y ayer se realizó el gran Seminario Internacional de Cambio Climático en el Gran Rex, con participantes y expertos del exterior; Axel Kicillof disertó en el tradicional almuerzo del Cicyp (Consejo Interamericano de Comercio y Producción) en el Alvear, donde había varios representantes del campo y la agroindustria, y ayer también hubo otra multitudinaria cena de Consenso Republicano, que lidera Guillermo "Billie" Alchourón, en la que disertó el ahora ex CEO de Shell, Juan José Aranguren.
... que, entre tanta cosa, al menos para el campo, las lluvias de los últimos días no pasaron inadvertidas, ya que la seca y las heladas estaban comenzando a causar más daños a las pasturas e impedían seguir con la siembra de la alicaída cosecha fina, donde se prevé otro fuerte retroceso del área de trigo, que parcialmente sería compensada por un crecimiento relativo de la cebada. Algo más de prensa tuvo la recuperación del mercado de Estados Unidos para la carne vacuna argentina que, desde 1996, contaba con una cuota de 26.000 toneladas, y fue suspendida luego, tras el brote de aftosa de 2001. Y, en realidad, no se sabe bien por qué ahora para la reapertura, además de Casamiquela, estuvieron también Kicillof y hasta el canciller Héctor Timerman, de muy poca exposición pública últimamente. La realidad es que el comercio debería haberse regularizado ya en 2004, pero la Argentina incurrió en varias demoras, y hasta tuvo un "autocierre" de exportaciones en 2006. De hecho, las ventas al exterior de carne están ahora en uno de sus mínimos en décadas (menos de 200.000 toneladas por año), mucho más atrás que la mayoría de los países vecinos, y hace casi una década que no se cumple siquiera con la codiciada Cuota Hilton. Al respecto, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) denunció que "hay 42 containers cargados con carne vacuna varados en los puertos, a un costo de u$s 5.000 por día, cada uno, debido a la burocracia que impide asignar los permisos para exportar la nueva cuota anual". Obvio, entonces, que la noticia de EE.UU. es buena, aunque sigan sin solucionarse los problemas estructurales, y tampoco ahora haya mercadería como para cumplirla. Como ironía, tal vez, el anuncio coincidió con el Día de la Industria Frigorífica que en los últimos años, con tanto cierre de plantas, tiene poco para festejar. Justamente, también sobre eso, el ABC, que agrupa a los frigoríficos exportadores, alertó que "la ecuación comercial de las plantas y el programa futuro de exportaciones resultan "inviables" en virtud de los condicionantes que soporta el sector".
... que, la difusión del nuevo "índice FADA" que mide la participación del Estado en la renta agrícola provocó más de un soponcio. Es que el numerito, que mide el impacto de los impuestos y las intervenciones del Estado en la renta, saltó de un promedio (ya alto) del 73%/74% desde 2009 hasta 2013, a 93,5% en la actualidad. Es decir que de cada $ 100 de renta (precio de la producción menos los costos) que genera el campo, el Estado se lleva $ 93,5. La situación es el resultado de la caída de los precios internacionales (la soja vale un 45% menos que en agosto de 2012, o sea, casi la mitad que hace 3 años), y el simultáneo aumento de los costos. Pero además, la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo también evalúa el impacto de las intervenciones del Estado en los mercados. En tal sentido, destacan que "por el efecto ROE", los permisos de exportación que otorga el Gobierno, "el maíz se vende al 78% de su precio teórico en el mercado interno, y al 62% del internacional". En trigo el impacto es más grave aún ya que los porcentajes son del 63% y del 48%, respectivamente. Para la organización, estos guarismos explican el malestar de los productores, que Agricultura dice desconocer...