El signo más evidente de la infección con el virus (DVB) es la muerte de terneros de recría o novillos con un cuadro diarreico severo, denominado "enfermedad de las mucosas" y, aunque esta forma de presentación es impactante, el virus de la DVB también tiene una marcada incidencia en la reproducción.
SÍNTOMAS VARIADOS
Cuando una hembra preñada se infecta con DVB puede ocurrir aborto, parto de terneros con alteraciones congénitas (ceguera, defectos en piel, problemas de equilibrio y locomoción, etc.) o nacimiento de terneros de aspecto "normal" pero portadores de la infección. Estos animales persistentemente infectados (PI) con el virus son susceptibles de padecer enfermedad de las mucosas si, en algún momento de sus vidas, se infectan nuevamente con una cepa virulenta de DVB. El estado de portador persistente también implica que las secreciones (oculares, nasales, saliva, semen, etc.) siempre están contaminadas con virus resultando dichos animales fuente de contagio y diseminación de la infección. Se estima que del 1 al 3 % de los bovinos de un establecimiento ganadero con DVB presentan tal condición. Asimismo, si el animal portador PI es una hembra, ésta puede contagiar a su feto dando una cría infectada y cerrando el ciclo de la enfermedad.
Aunque la ocurrencia de abortos, nacimiento de terneros con malformaciones o cuadros severos de enfermedad de las mucosas tienen alto impacto en la producción, la mayoría de las infecciones con DVB cursan sin enfermedad evidente o con un cuadro diarreico leve y temporal y se debe considerar como muy importante de estas infecciones que el virus DVB causa una baja transitoria de las defensas (inmunosupresión) favoreciendo la acción de otros agentes infecciosos. Es así que, luego del paso del virus en un lote de destete o en un feedlot, pueden aparecer cuadros respiratorios, a veces severos, por bacterias (ej. pasteurelosis).
TAMBIÉN SE CONTAGIA POR EL SEMEN
Los toros juegan un rol importante en la transmisión del virus. La infección de un toro con DVB puede deberse a una infección aguda o por una infección adquirida durante al gestación (congénita) de la que nace un animal portador de por vida. En ambos casos el virus está presente en el semen: mientras que en la infección aguda es temporaria, en PI siempre se elimina virus con el semen. Ello implica que no debería utilizarse como reproductor un animal con infección persistente de DVB, éste tiene que ser identificado y eliminado del rodeo. También es particularmente importante el contagio de la infección a través del semen cuando se trata del animal de una cabaña o un centro de inseminación artificial y se congela semen. Como el virus resiste la temperatura de congelación, el semen contaminado resulta en una fuente de infección y diseminación de la enfermedad a otros establecimientos. Por lo tanto, el control del semen para inseminación artificial, debe ser prioritario. Ello se realiza determinando la presencia en cada partida de semen que se congela mediante el envío de muestras al laboratorio de diagnóstico.
POR TODAS PARTES
El virus DVB se encuentra ampliamente distribuido en el mundo y en nuestro país. Estudios realizados por INTA Balcarce en diferentes regiones muestran que, aproximadamente, el 20 % de los bovinos menores de un año y más del 80 % del ganado adulto ha estado expuesto al virus. Por otra parte, la información del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, en un análisis de 5.131 problemas sanitarios durante 6 años, demuestra que DVB fue identificado en el 20 % de los 2.052 casos de enfermedades infecciosas diagnosticadas. Trabajos que evalúan la magnitud de la infección durante la gestación con DVB en nuestro país, también indican porcentajes de infección superiores al 20 % en fetos de matadero. En base a esta información podría estimarse que DVB causa un perjuicio económico superior a $ 80 millones por año a la ganadería bovina nacional debido sólo a abortos (diferencia entre lo preñado y nacido). A dichas mermas habría que añadir pérdidas por infertilidad, mortalidad embrionaria (previa al tacto), cuadros diarreicos y/o mortandad de animales adultos por enfermedad de las mucosas.
SE PUEDE CONTROLAR
La magnitud del perjuicio económico que causa DVB, hacen necesaria la aplicación de toda la tecnología disponible para su control. El control de una enfermedad implica reducir las pérdidas para hacerlas compatibles con una producción rentable mediante la detección de los animales portadores para su segregación y la prevención de nuevas infecciones con las medidas de manejo disponibles y la incorporación de vacunaciones en un plan sanitario. Aunque la alta difusión de DVB en la población bovina del país limita su control, la posibilidad de detectar animales PI para su eliminación del rodeo y el uso de vacunas eficaces permiten avanzar en la reducción del impacto económico negativo.
Las estrategias para el control varían según la política sanitaria de cada país. En América del Norte se utiliza la combinación de vacunas (formuladas con virus vivo atenuado) y la detección de bovinos PI examinando biopsias de piel. En la Unión Europea se propicia exclusivamente la detección de PI utilizando kits de diagnóstico comerciales analizando muestras de sangre. La aplicación de vacunas es marginal, usándose sólo vacunas a virus muerto en circunstancias particulares. Mediante la adopción de esta tecnología, varios países europeos (principalmente los países Nórdicos) pudieron controlar y erradicar la infección. Ello se logró mediante la iniciativa y el esfuerzo de organizaciones de ganaderos y sin legislación específica al respecto.
QUÉ PODEMOS HACER
En nuestro país, la falta de laboratorios con adecuada infraestructura y el elevado costo de algunos análisis hacen que la detección de bovinos con infecciones persistentes con DVB se aplique esporádicamente, sin estar acompañados de una planificación sanitaria adecuada. La vacunación (con vacunas a virus muerto) es la única medida que se adopta cuando se pretende reducir el impacto de la infección, resultando esta medida aislada insuficiente.
Uno de los objetivos debe concentrarse en evitar la infección del feto para evitar abortos o el nacimiento de bovinos portadores permanentes. Para ello, la vacunación debería apuntar a proteger los vientres en su etapa reproductiva. Es conveniente inmunizar las vaquillonas antes del servicio con dos dosis de vacuna, con un intervalo de 3-4 semanas entre dosis, dando la segunda un par de semanas previo a la entrada de los toros. Este esquema de vacunación brinda una base inmunológica (defensas) que cubriría posibles infecciones durante el servicio e inicio de la gestación. Luego, en el momento del tacto (marzo/abril), sería importante una vacunación de refuerzo para proveer protección hacia la mitad y final de la gestación. Esta propuesta de vacunación debe considerarse sólo como tentativa ya que el plan sanitario debería adecuarse a cada sistema según recomendación del veterinario actuante.
La vacunación contra DVB para prevenir la enfermedad de las mucosas mediante la protección de bovinos PI no es eficaz ya que estos animales nacen con una alteración en su sistema inmune (defensas) que les impide responder a las vacunas específicas (no así a otras). Por lo tanto, la única opción con los portadores de la infección es su detección y eliminación del rodeo; como lo muestran experiencias en otros países, con una significativa disminución de la circulación viral.
PREVENIR, PREVENIR
La aplicación una vacuna tiene como meta generar resistencia del rodeo para reducir las pérdidas que causa la enfermedad. Son efectivas cuando se incorporan a un "plan sanitario" pensado para obtener protección del rodeo a largo plazo. La decisión de vacunar cuando se detectan abortos, o enfermedad de las mucosas y ante la necesidad de "hacer algo", no contribuirá a la solución del problema. También debería evitarse la tendencia a sobredimensionar la capacidad de protección de las vacunas; éstas brindan inmunidad limitada por lo que pueden ocurrir infecciones a pesar de usarlas y deben efectuarse revacunaciones anuales. Una recomendación adicional en la elección de una vacuna es no sólo considerar su precio sino tener en cuenta la calidad y respaldo que la acompañan.
La implementación de prácticas sanitarias adecuadas y la disponibilidad de vacunas eficientes pueden conducir a la disminución de las formas clínicas y eventual control del virus.
Dr. Méd. Vet. Anselmo Odeón