En general, el manejo de las malezas es uno de los temas clave en las producciones orgánicas debido a que el uso de herbicidas, fungicidas, insecticidas y reguladores de crecimiento sintéticos está prohibido. Con esta premisa, técnicos del INTA Mendoza crearon la primera desmalezadora argentina para cultivos orgánicos. Pensada para producciones de mediana a gran escala ayuda a reducir los tiempos operativos y es más económico que los tradicionales sistemas de labranza
El equipo utiliza la técnica de control térmico mediante flameado (fuego), el efecto en la maleza se produce por el shock térmico sin que la vegetación entre en ignición. "Es un desarrollo muy importante, sobre todo para la producción orgánica de Mendoza", aseguró Ernesto Uliarte, especialista en viticultura y enología de esa unidad del INTA.
Este método está permitido por las normas de producción orgánica, "es bastante eficaz si se efectúa en el momento oportuno y resulta más económico que el control mediante labranza y repaso manual", explicó Uliarte.
La aplicación de esta tecnología, sin dudas ayudaría a que la tarea de desmalezado en producciones orgánicas sea más liviana y eficiente.
En detalle
El prototipo está equipado con cuatro tubos estándares de GLP (gas licuado de petróleo) de 45 kilogramos –capacidad total de 180 kilogramos–, posee una autonomía de ocho hectáreas, lo que representa un gasto promedio de 22 kilos de GLP por hectárea.
Adaptado para producciones a escalas medianas y grandes, el equipo tiene dos quemadores diseñados para el control de malezas en la línea de plantas de viñedos, "espacio donde resulta dificultoso acceder con sistemas de labranza", señaló Uliarte.
Según el especialista, los quemadores son controlados por electroválvulas y disponen de encendido electrónico remoto, poseen accesorios de seguridad y un sistema para el control de posibles focos de incendio.
En la actualidad, el equipo se encuentra en etapa de experimentación adaptativa en una parcela demostrativa de viticultura orgánica ubicada en el INTA Mendoza (Luján de Cuyo), dentro del proyecto nacional de producción orgánica, "con resultados preliminares prometedores", destacó Uliarte.
De acuerdo con el técnico del INTA, este desarrollo fue posible gracias a colaboración con el Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO) en el marco de un proyecto de Proyecto de Desarrollo de la Agricultura Orgánica Argentina (PRODAO).
Además, obtuvo un reconocimiento por este desarrollo en el Concurso Mendoza Innova 2012 organizado por el Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (IDITIS) del que participaron 38 proyectos.