El campo vive un problema sistémico
Sin flexibilidad en la política fiscal, y con un tipo de cambio fijo, el campo va a un escenario de crisis. Los fletes representan el 33% del costo en muchas zonas de la argentina. Al petróleo todo, al campo nada.
¿Cómo viene la campaña?
Muy bien en cuanto a cantidades. El clima fue muy bueno con el campo. La soja esta hermosa, el maíz de primera inmejorables, y buenas expectativas con el maíz tardío. El trigo vino muy bien, pero estamos atrapados y sin salida.
¿Los precios?
Somos optimistas. En marzo del año pasado hablamos de una fuerte caída en el precio, algo que se terminó dando, y hoy vemos la profundización de la baja del precio disponible de la soja, versus el precio mayo 2015. Sin embargo, consideramos que el precio a mayo de 2015 se aproxima a un piso muy fuerte en torno de los U$S 230. Recordemos que dicha posición mostró un precio de U$S 260 como techo infranqueable, y ahora estaría definiendo un mercado lateral.
¿Por qué no pensar en una nueva baja?
A nivel mundial Europa impone un programa monetario de tasa 0% anual, esto deja a las tasas mundiales alineadas en niveles muy bajos. Esto debería dar espacio para una nueva ola de financiamiento a países emergentes con problemas. Probablemente, las materias primas fijen un piso, y comencemos a apreciar un mercado lateral de mediano plazo. Esto quiere decir, que no veremos la soja por debajo de los U$S 230, y tampoco muy por encima de los U$S 260 la tonelada.
¿No tiene sentido tener soja guardada?
El que guarda lo hace por razones culturales, y porque no sabe qué hacer con el dinero. El campo aguarda que el gobierno lleve adelante una devaluación del tipo de cambio. Algo que por ahora no se observa en el horizonte.
Sin devaluación, habrá problemas
No me cabe la menor duda. El precio de la soja cayo no menos del 30% en un año. El precio del dólar oficial es similar al de un año atrás. La tasa de inflación es del 30% como mínimo, esto quiere decir que subieron los costos internos. La tasa de interés del 30% anual en pesos, es positiva frente al mix de un dólar congelado y caída en el precio de la soja. Mientras que en Europa la tasa es del 0,3% anual a 10 años en Alemania, o 1,5% anual a 10 años en Italia, un productor Argentino está endeudado a una tasa del 30% anual en dólares, es imposible de sostener.
Federación Agraria acordó con el gobierno
Una vez más, el gobierno, divide para reinar. Federación Agraria consiguió un desahogo financiero para los pequeños productores. Nos parece fantástico, y lejos estamos de criticarlo, pero si cada uno resuelve su problema, nunca solucionaremos el problema del conjunto. La crisis no nos ha hecho reflexionar, que la solución de hoy de los pequeños productores, se transformará en un calvario mañana si no resolvemos los problemas sistémicos. Por otro lado, qué diferencia hay entre los productores que producen 600 y los que producen 700 toneladas de soja. ¿No tiene más problemas el que alquila, que el dueño de la tierra que produce solo 600 toneladas de soja, y que posiblemente no esté en Federación Agraria? El camino está plagado de heridos y contusos, que requieren una solución, sin desconocer que los pequeños dueño de tierra tienen problemas. Lo que queremos decir, es que hay muchos productores con problemas, para enmarcarlos o sectorizarlos a través de una única variable.
Estas pidiendo la devaluación
No, para nada. Dame lo mismo que le dieron al petróleo, la posibilidad de bajar las retenciones, bájalas el 20% y cerramos todo acuerdo. Le damos una resolución sistémica. Imaginate un precio más elevado para el trigo, el maíz y la soja.
Eso es innegociable
Es innegociable una baja de las retenciones, cuando los precios caen un 30%. Sin embargo, el combustible solo baja el 5% cuando el precio del crudo paso de U$S 110 a U$S 45 el barril. Hay hijos y entrenados.
YPF es estatal
El productor agropecuario, si baja el precio de su producto se embroma. Si baja el costo del petróleo, que impacta negativamente en el negocio agropecuario por los costos de los fletes, le debe transferir ganancias al sector petrolero, porque el combustible no baja en igual magnitud que el petróleo.
Claramente, el gobierno busca transferirle rentabilidad del productor a las petroleras
Por eso le baja el precio al etanol, que se produce mayoritariamente en Córdoba, y que es un misil a la línea de flotación del agregado de valor en el campo.
El gobierno pregona la industrialización de la ruralidad
Pero termina tirándoles salvavidas de plomo. Ya paso con le biodiesel, y seguirá sucediendo, en la medida que no se fijen políticas de largo plazo, y se respeten. En Argentina, las políticas de largo plazo se pisotean.
El gobierno dice que la 125 hubiera sido una solución
Si el gobierno no pudo seducir a los legisladores para votar la 125, eso no quiere decir que no debe ocuparse más de la política agropecuaria, y dejar que el sector perezca, con una presión impositiva asfixiante. Hay que rediscutir la política tributaria del campo, el escenario cambio. Lo que hizo con las petroleras debe aplicarlo con el campo.
El gobierno no hace nada, ¿y la oposición?
Hay que alquilar un colectivo y llevar a la oposición al interior del país. Todas las economías regionales están en problemas, no hay forma de poder remontar lo que sucede con la uva en Mendoza, con la oliva en Catamarca, las peras y manzanas en el Alto Valle de Río Negro, Tucumán para arriba, con severos problemas de flete; el Chaco, que era una esperanza, se está convirtiendo en inviable si seguimos en esta senda. Todo esto sin detallar lo que sucede en Córdoba, La Pampa, Norte de Santa Fe, Entre Ríos con rindes muy inferiores a la región centro, e inclusive San Luis con distancias a puerto que te sacan de mercado.
Tan caros son los fletes
Un flete corto, de unos 250 a 300 kilómetros, no te baja de U$S 30 la tonelada. Un flete largo, superior a los 400 kilómetros no te baja de U$S 45 la tonelada. Imagínate un flete de maíz de Río Cuarto a puerto, valor del maíz disponible $ 1.000 con suerte, y de flete $ 330 con suerte, el 33% del valor en flete, si le sumas las retenciones del 20%, no te queda un peso, y así los ejemplos abundan con la soja y el trigo.
Conclusión
No vemos una fuerte caída en precios de las materias primas agropecuarias, desde los valores actuales. Vamos a un riesgo sistémico muy elevado, en donde el sector perderá financiamiento bancario. Las compras con cheques de insumos deberán renegociarse, si no cambian las condiciones impositivas y cambiarias del negocio. Un gobierno ausente en los problemas cotidianos, nos lleva a ser más cautelosos con las expectativas del año 2015. Un cambio de gobierno, y una flexibilización en las variables fiscales y cambiarias le darían un gran aire al sector. El problema no es la campaña 2015/16, el verdadero problema es como sobrellevar esta campaña, sin morir en el intento. De esto trataremos de focalizarnos a futuro.
