"Al terminar lo que queda por cosechar estaremos en el momento justo para una protesta nacional", aseguró Ricardo Santiago Garzia, ingeniero agrónomo, productor ganadero que alquila 70 hectáreas en Gobernador Mansilla, provincia de Entre Ríos y asesor de agricultores en la zona. Y agregó: "Norberto Yauhar aplica paliativos para suavizar mínimamente lo que Moreno destruye".
Periodista: La Mesa de Enlace está realizando asambleas por el interior para escuchar a los productores. ¿Hay mucho malestar, cree que es viable otro paro agropecuario?
Ricardo Santiago Garzia: Sí, hay mucho malestar, pero además se están viviendo situaciones límite en aquellos que están dejando sus actividades. Puntualmente en Entre Ríos los arroceros, los tamberos chicos, los sojeros por arrendamientos y hasta propietarios chicos dejan las producciones. Eso deteriora el tejido social de la provincia. Al terminar lo que queda por cosechar estaremos en el momento justo para una protesta nacional.
P.: ¿En qué falla la política agropecuaria oficial?
R.S.G.: Falla por ausencia. La aplicación de medidas para el sector pasa por restringir la exportación de los productos (que no sean soja). Esto hizo que los países vecinos nos ganen los mercados de trigo, carne, leche, etc. Éste es un proceso de enorme concentración económica y de tierras; por lo tanto, desde la óptica del desarrollo es un fracaso. La política agropecuaria debería sustentarse y ser parte en un proyecto de país. Debería poder orientar al sector de productores en estrategias de mediano y largo plazo, orientar sus inversiones, sus decisiones de riesgo. Hoy el productor siembra a ciegas. Además enfrenta el libre mercado para producir y está intervenido para vender. Falla por incongruente en este aspecto.
P.: ¿Cuáles son las tres principales medidas que el Gobierno debería tomar para evitar confrontar con el campo?
R.S.G.: Reconocer fundamentalmente la representatividad de las entidades. Aplicar políticas diferenciadas, mirar lo regional. Saber que hay muchas diferencias entre actores del sector y planificar según este concepto. Frenar la agresión permanente. El Gobierno embolsa todo lo referente al campo como un sector mezquino, insensible. Lo hace en todo caso para justificar frente a la sociedad el haber estado 10 años sin aplicar las políticas públicas eficientes para el sector rural.
P.: ¿Qué opinión tiene del ministro de Agricultura, Norberto Yauhar?
R.S.G.: Opino que tiene poco margen, que tiene que mirar a la Secretaría de Comercio Interior para cualquier movimiento, que aplica paliativos para suavizar mínimamente lo que Moreno destruye. El problema es que no responde a un plan. No hay plan. El ministro, aun si tuviese buena fe o buenas intenciones, no podría decidir mucho sobre el largo plazo; y lo peor del caso, es que esto no se arregla con otro ministro.
P.: ¿Qué le diría al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, si pudiera mantener una reunión con él?
R.S.G.: Primero que me deje hablar... Que el precio del pan debería ser el mismo en el mercado central que en La Criolla, (Santa Fe) o La Cocha, (Tucumán), o Gobernador Mansilla, (Entre Ríos). Moreno debe cambiar la lógica de pensar. Le diría que rompe más de lo que arregla. Que saque de su discurso la palabra "todos" y "nacional". Sus medidas impactan poco y mal en el conurbano y no existe ninguna posibilidad de que impacten en los pueblos del interior. Por lo tanto, le diría que su gestión frente al agro es un fracaso. Que deje de darles negocios a las corporaciones, que hay otras salidas, que por su ceguera miles de productores se fueron del sistema. Que hay que parar esta sangría silenciosa de familias rurales de la que es responsable.
P.: ¿Qué situación atraviesan los principales cultivos, las economías regionales y la ganadería?
R.S.G.: Ésta es una pregunta muy amplia, pero en líneas generales hay pérdida de competitividad, hay ajustes en los insumos con referencia a un dólar ilegal y hay ventas con el dólar legal, que hoy vale la mitad. Las provincias han aplicado impuestos inmobiliarios del orden del 600% (Entre Ríos), 200% Santa Fe y 150% Córdoba. Las economías regionales son muchísimas, pero se repite el fenómeno de la gran distancia que hay entre los precios pagados a los productores y lo que los consumidores pagan en los comercios. Acá podemos citar a la yerba mate, el algodón, la leche, los cítricos, la manzana, la pera, la miel. Es una constante que mientras estas producciones son perseguidas y agredidas por el gobierno con la presión fiscal o acuerdos con corporaciones, en la góndola esa presión desaparece y el otro punto de la cadena que es el que consume sufre los aumentos sin control de precios. La ganadería es para mí un caso testigo de la visión del gobierno sobre el sector y del gobierno sobre sus ideas. Otra vez se repite que el producto primario está planchado por cierre de exportaciones, pero el consumidor paga cada vez más caro. Me pregunto, ¿cuándo la disminución de la oferta de un producto primario puede redundar en la baja del precio del producto en el mercado? Argentina podría tener 100 millones de cabezas, recuperar los mercados, generar empleo que este gobierno perdió, recibir divisas, aportar a la conservación del suelo por rotaciones y bajar el precio interno de la carne.
P.: Desde el sector aseguran que no son formadores de precios y que en los grandes supermercados los productos que ustedes producen se venden mucho más caros de lo que ustedes perciben ¿cuál es el problema de fondo?
R.S.G.: El problema es la intervención sin ideas. Si la leche en el campo pasó de $1,40 a $1,80 por litro, pero en las góndolas pasó de $3 a $8,20 en el mismo período, como pueden endilgarle al productor la formación del precio? ¿Cómo puede ser que el pan pasó de $3 el kilo a $10 el kilo, en el mismo período en que el precio del trigo no se movió? ¿Dónde está la responsabilidad del sector? En su caso, Moreno le autoriza a los supermercados que se lleven al bolsillo la plata de la gente.
P.: ¿Es cierto que los impuestos que pagan están, en muchos casos, por arriba de las ganancias que logran?
R.S.G.: Lo que pasa es que la presión impositiva es fija, creciente y no diferenciada por escala. Pagamos retenciones (todas las escalas por igual, aún perdiendo por unidad de superficie), impuesto al cheque, impuestos inmobiliarios, ganacias, tasas municipales, bienes personales, impuestos encubiertos en los combustibles, etc. y las ganancias de la producción primaria son dependientes de los precios, del rendimiento de la producción que tiene parámetros biológicos, climáticos, tecnológicos, de distancia al puerto o centro de distribución. En todo caso, los impuestos son una carga fija y la producción un resultado variable. Dentro de ese rango, y para las cientos de cosas que se producen en Argentina, hay una franja enorme de resultados. Por eso es importante pensar en políticas de largo plazo. El resultado rural es una película de varias fotos anuales y hoy la foto para muchos es pérdida.
P.: ¿Qué opinión le merece el tope oficial al precio de las naftas, cree que beneficiará al campo que está en plena cosecha?
R.S.G.: YPF vendía gas oil más barato que las restantes empresas. Cuando apareció el tope YPF levantó el precio y se quedó debajo de ese techo. Otra vez es una medida aislada, fuera de término, que resultó en un aumento final. Aún así, frenar precios de insumos es una noticia agradable.
Entrevista de Soledad Ricca
Política
Cosechar para luego protestar"Al terminar lo que queda por cosechar estaremos en el momento justo para una protesta nacional", aseguró un productor entrerriano en un entrevista
15 May 2013
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