Para los productores de cerdos, en particular, los pequeños, está encendida una luz roja de alarma. El pronóstico para los próximos meses es sombrío. Sin embargo, paradójicamente, el futuro se presenta radiante. Jorge Brunori, uno de los más respetados expertos en producción porcina, les dijo sin edulcorantes a los 250 asistentes a la Tercera Jornada de la Cadena de la Carne Porcina de Oncativo, organizada por la filial local de Federación Agraria Argentina (FAA): “Quién se queda y quién no en el negocio porcino, es un partido que se define en estos próximos años”.
¿Es una sentencia inapelable para las Pyme porcinas? Alfonso Aguilera, de Gestión Porcina, asesor en producción y proyectos de inversión, les pintó el panorama: “crisis”, en lo que resta del 2013 y 2014, año para el que vaticinó una faena récord de cerdos de 5,2 millones de cabezas. “El mercado no absorbe ese volumen. Marzo va a ser un momento crítico”, vaticinó.
No obstante, aseguró que la carne fresca es lo que puede llegar a salvar la ropa. Propuso: “En 7 meses debiéramos actuar rápido para que el consumo aumente y el factor precio se perciba en la góndola”. La carne de cerdo debiera estar entre 25 y 30 pesos por kilo. Aguilera dejó un dato para retemplar ánimos: “Argentina tiene el costo más barato. Y Córdoba es el sitio ideal”.
La ruta a seguir
Más allá de las dificultades que puedan aparecer, para Jorge Brunori se viene un futuro bueno para la actividad. Pero no sobre la base de los índices actuales.
A igual precio, el consumidor prefiere la carne de vaca. Desalentó a esperar que los supermercados hagan el trabajo de los productores: “ellos ganan mucha plata vendiendo poco. Es inexplicable un precio al productor de entre siete y ocho pesos y la carne cueste 40 a 50”, comparó. A su juicio, ha que cambiar la ecuación. “En Marcos Juárez se consumen más de 20 kilogramos de cerdo por habitante”, graficó.
El especialista advirtió que la escala se logra con asociativismo. “Con 30/40 madres es imposible sostenerse”, remarcó. Invitó a transitar la “ruta de la eficiencia”; apuntar a 18/19 capones por madre, en lugar de 12/14 actuales. La eficiencia implica asesoramiento técnico, gestión y capacitación.