Graacias a una alianza con South African Airways, Boeing informa que en breve se recogerá la primera cosecha de una especie de tabaco sin nicotina para producir bioqueroseno a partir del aceite de sus semillas, lo que tendrá lugar en 2015.
A principios de diciembre la compañía Boeing anunciaba que había completado con éxito el primer vuelo de pruebas con un biocarburante similar (lo llaman green diesel) al biodiésel empleado en el transporte por carretera, compuesto por aceites vegetales vírgenes y usados y grasas de animales.
La multinacional lo inscribe dentro de su proyecto ecoDemonstrator 787 y consistió en la mezcla de 15 por ciento del biocarburante y 85 por ciento de combustible convencional en uno de los motores. Neste Oil es el fabricante del green diesel, del que Boeing asegura que podría cubrir el 1 por ciento de las necesidades de combustibles de la aviación comercial.
Poco después, la pasada semana, el mayor fabricante de aviones comerciales informaba también del avance en la producción de otro biocarburante para aviación. En concreto, junto a South African Airways (SAA), anunciaba que “los agricultores sudafricanos recogerán próximamente la primera cosecha de plantas de tabaco ricas en energía, lo que supone un importante avance hacia el uso de este tipo de plantas para fabricar biocombustible sostenible para aviación”.
Biocarburante disponible y vuelo de prueba tan pronto como sea posible
La iniciativa forma parte de un acuerdo de colaboración entre varias empresas para garantizar el desarrollo de toda la cadena de valor del bioqueroseno. Además de Boeing y SAA, participan en el proyecto la empresa biotecnológica Sunchem, que ha patentado la planta de tabaco sin nicotina que lleva el nombre de la iniciativa (Solaris), y el fabricante de biocarburantes SkyNRG. Según la nota de prensa emitida por Boeing, “el aceite obtenido de las semillas de la planta se podrá convertir en biocarburante en el próximo año, y SAA realizará un vuelo de prueba tan pronto como sea posible”.
Según Ian Cruickshank, experto en temas ambientales de South African Airways Group, “el impacto que el programa de biocarburantes tendrá en los ciudadanos sudafricanos es muy importante: facilitará la creación de miles de puestos de trabajo, principalmente en las zonas rurales; desarrollo de nuevas habilidades y tecnologías, seguridad y estabilidad energéticas; beneficios macroeconómicos para Sudáfrica y, sobre todo, una reducción masiva de la cantidad de CO2 que se libera a la atmósfera”.
En cuanto a las reducciones de emisiones de CO2, el empleo de Solaris estiman que las llevará a entre el 50 y el 75 por ciento, abarcando todo su ciclo de vida. En cuanto a las del green diesel, su fabricante, Neste Oil, expone una horquilla mucho mayor, del 50 al 90% frente a los combustibles fósiles.