Lentamente va tomando ritmo, tanto en lo que respecta a la recolección de fruta para industria como para exportación, lo que se traduce en un mayor movimiento en las fincas y en los empaques.
Por el momento resulta aventurado estimar un valor de producción, por lo que los agricultores mantienen prudencia cuando se trata de dar números.
El aumento de los costos globales es un aspecto que los desvela, al igual que el comportamiento que llegará a tener el factor climático, ya que aún debe llegar el otoño, con más fuerza, y el invierno.
El aumento de los costos, un precio del valor que no ayuda a la actividad, y la consiguiente pérdida de competitividad son, quizás, los problemas más agudos que productores, industriales y exportadores citrícolas enfrentan en esta campaña.
Sobre estos temas el presidente de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), Roberto Sánchez señaló, puntualmente sobre la cosecha, que ya se empezó a recoger fruta en las fincas de Tucumán. "Estos son los primeros movimientos. En estos momentos se están enviando cargamentos a Rusia. Arrancamos antes que otros años, como consecuencia de la situación de los mercados europeos, que están muy receptivos en forma temprana, porque existe menos fruta fresca española y turca. Por eso, los mercados están más demandantes de fruta fresca argentina antes de lo habitual. Nuestra calidad es reconocida, por eso es bien recibida".
A cerca de la calidad que tiene la fruta que se está cosechando, el asociado indicó que está buena "por el momento" y que siempre es así al principio de todas las campañas citrícolas en la provincia de Tucumán. "Veremos cómo se comporta hasta el final de la temporada. Recién comenzamos y hay mucho camino por recorrer".
En varias fincas tienen fruta de menor tamaño de lo esperado, eso es producto de la sequía. "¿Y si se producen más lluvias? No sabemos cómo pueden responder las plantas. En algunos establecimientos hay mucha preocupación porque los calibres (diámetro de la fruta) son chicos".
Ante esto, Roberto dijo que espera temperaturas más bajas, porque, en ese caso, se producirá la "inducción del color", que es cuando la fruta se "amarilla" por el frío, y hay que cosecharla de inmediato porque ya no crecerá más. Sin embargo, cree que aún es muy prematuro estimar qué pasará.
Respecto al porcentaje total de la cosecha de la presente campaña, Sánchez declara que hay que ser muy prudentes al hacer cualquier tipo de estimaciones sobre producción. "Se produjo un fenómeno climático que nos afectó: la sequía. Veremos qué pasa con los calibres y con la cantidad de fruta que podemos llegar a consechar. Hoy no podemos hacer un pronóstico".
También sobre hacer pronósticos, indicó que es temprano para hablar de cualquier cosa relacionada con la citricultura y que no es momento para hacer proyecciones para el sector industrial. "Sí, digo, que la industria va a tener disponibilidad de fruta para poder trabajar normalmente. Hablar de proyecciones ahora es arriesgado. Todavía hay que pasar el invierno: si hay frío y se registran heladas, todo cambiará".
El clima condiciona. La cosecha aparece como normal. Más adelante habrá que evaluar cómo impactará, finalmente, la sequía. Hay que esperar el invierno, reiteró, para saber qué resultado resultarán en materia de producción de fruta.
"El clima es muy cambiante. Llevamos dos años seguidos de sequía. El clima es, una vez más, un factor determinante y hoy juega un rol muy importante en cualquier actividad agrícola. Es aleatorio y volátil. Hay que esperar a ver cómo se comporta el invierno".