Argentina cuenta desde hoy con dos eventos biotecnológicos nacionales, sumándose a un pequeño grupo de otros cinco países que los tienen, obtenidos como consecuencia de las políticas de innovación tecnológica impulsadas por el Estado en materia de ciencia, desarrollo y tecnología: se trata de dos productos que serán fundamentales para la economía de los productores en diversos sectores del territorio nacional y permitirá un fuerte desembarco en mercados internacionales: soja resistente a sequía y papa resistente a virus PVY.
El anuncio fue formulado esta tarde en la Nave de la Ciencia, en Tecnópolis, por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y los ministros nacionales de Agricultura, Ganadería y Pesca, Carlos Casamiquela, y de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Lino Barañao, quienes presentaron el logro argentino que posiciona al país en un grupo muy reducido que incluye solo a Brasil (1 poroto), Cuba (1 maíz), Indonesia (1 caña), China (5 cultivos) y EEUU (más de 40).
Cristina Kirchner señaló durante su discurso que "con la aprobación de la soja resistente a la sequía, la primera en el mundo, y también con la aprobación del evento tecnológico de la papa resistente al PVY ingresamos al selecto grupo de Estados Unidos, Cuba, Indonesia, China y Brasil, como el sexto país que produce estos eventos para ayudar a la agricultura". Y agregó: "Estos no son eventos solo tecnológicos sino también económicos y sociales que van a producir más alimentos para la humanidad".
Casamiquela sostuvo que "el mundo demanda cada vez más alimentos y es por eso que necesitamos continuar aumentando la productividad de nuestros cultivos. Y tener también productos agrobiotecnológicos propios corona los logros nacionales en materia de investigación agrícola, y esto hace que el país exhiba autonomía y liderazgo".
Las proyecciones indican que de aquí al 2050, la producción alimentaria tendrá que incrementarse en un 70% para abastecer la creciente demanda y necesidad de alimentos en el mundo (se estiman 9.200 millones de habitantes en ese año). Pero, al mismo tiempo, también se incrementará la demanda de otros agroproductos para la producción de fibra y energía.
Si bien los cultivos genéticamente modificados se utilizan en todos los países que son productores importantes de alimentos y abastecedores del mundo, en su gran mayoría son casos de importación de tecnología extranjera. Esta era la situación hasta hoy en Argentina, donde más del 90 por ciento de la soja, el maíz y el algodón que se produce deriva de cinco empresas biotecnológicas trasnacionales.
Durante la última década, el Gobierno nacional trabajó en pos del desarrollo de la Ciencia y Tecnología en general. Para el caso de la biotecnología agrícola en particular, a partir de la creación del MAGyP en 2010 se impulsaron políticas activas para fortalecer la regulación de los productos biotecnológicos y democratizar el acceso de todos los productores al conjunto de las diversas biotecnológicas agrícolas.
Este importante anuncio fue realizado en el marco del acto por el Día del Camino y del Trabajador Vial, donde Cristina Fernández, acompañada por Daniel Scioli, funcionarios, investigadores y científicos de todo el país, aprovechó para inaugurar la ampliación de la avenida General Paz y la pavimentación de un tramo de la ruta nacional 40, en La Rioja; y puso en marcha las obras para el restablecimiento del servicio ferroviario de cargas entre las estaciones de Las Heras y Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, que había estado inactivo por 37 años.
Soja resistente sequía
Es la primera vez a nivel mundial que se aprueba un producto de tolerancia a sequía en soja y fue creado a través de un emprendimiento nacional con interacción público-privado y que permite mantener los rendimientos en condiciones de carencia temporal de agua.
Fue desarrollada por el grupo de trabajo que conduce la doctora Raquel Chan, de la Universidad Nacional del Litoral e investigadora del CONICET. Luego esta tecnología fue incorporada en soja por la empresa nacional INDEAR, del grupo BIOCERES.
Papa resistente a virus PVY
Las papas sufren varias enfermedades virales endémicas que provocan pérdidas considerables para economías regionales del sur, centro y norte del país. El virus PVY (Potato Virus Y) es el principal de estas enfermedades y puede causar pérdidas económicas de hasta el 80% del cultivo y la infección usualmente obliga al productor a volver a comprar semilla de papa año tras año.
Este cultivo es resistente a un virus que es endémico para todas las zonas de producción papera de Argentina, y es un claro ejemplo de solución a un problema específico de una cadena productiva nacional. Además, si bien no eliminará la necesidad de volver a comprar semilla libre de estas y otras enfermedades en forma periódica, permitirá espaciarlo con 2-3 temporadas de resiembra, de "uso propio" por parte del productor, lo cual le dará más libertad para manejar su cultivo y reducirá sus costos.
Es una tecnología desarrollada por investigadores del Instituto de Ingeniería Genética y Biotecnología –INGEBI– del CONICET, los doctores Fernando Bravo Almonacid y Alejandro Mentaberry. Cabe destacar que este mismo grupo y otro del INTA liderado por el doctor Esteban Hopp han desarrollado más variedades de papa con diferentes mejoras biotecnológicas que también podrían estar disponibles para el productor en poco tiempo más. La empresa nacional que promueve la comercialización del producto es TECNOPLANT, una subsidiaria del grupo SIDUS.
CONABIA
Es una institución reconocida a nivel mundial en materia biotecnológica, lo cual se coronó el año pasado, cuando obtuvo el reconocimiento de la FAO, que la designó Centro de Referencia para la Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados y este evento de trascendencia nacional e internacional inaugura promisoriamente un nuevo año de sesiones, acompañando las acciones y políticas impulsadas por Argentina en materia de Agregado de Valor y generación continua de herramientas para promover una agricultura sustentable, con carácter Federal y Nacional.
INFORMACIÓN SOBRE LOS DOS EVENTOS BIOTECNOLÓGICOS NACIONALES: