En medio del conflicto que tiene en vilo a tres distritos del noroeste bonaerense y a propietarios de campos pampeanos por el avance del agua proveniente del Río V, ayer finalmente las provincias de Buenos Aires y La Pampa firmaron un acuerdo de trabajo conjunto.
El convenio establece un compromiso para que el caudal de agua que ingresa desde Buenos Aires a La Pampa retorne al territorio bonaerense a fin de producir un equilibrio de volumen del agua que entra con el que sale. Lo firmaron el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, en representación de María Eugenia Vidal, y el gobernador pampeano, Carlos Verna, en compañía de los intendentes de los distitros amenazados por la situación en ambas provincias, que del lado de Buenos Aires son General Villegas, Rivadavia y Trenque Lauquen.
Al mismo tiempo, los representantes pampeanos y bonaerenses solicitaron al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, la convocatoria con carácter urgente del Comité Interjurisdiccional de la Región Hídrica del Noroeste de la Llanura Pampeana para decidir sobre soluciones definitivas que eviten futuros conflictos en torno a esta problemática.
FUERTE TENSION
Como anticipara EL DIA ayer, la tensión entre ambas provincias tuvo su punto más álgido el martes, cuando frente a la presión de los vecinos de la localidad villeguense de Banaderaló, Hidráulica Provincial abrió un canal a través de la ruta nacional 188 para descomprimir el avance del agua que comenzó a pasar a La Pampa.
Pero esa intervención, que también tenía el visto bueno de Vialidad Nacional, provocó que, aguas abajo, el gobierno pampeano ordenara perforar el camino Meridiano V, que separa ambas provincias, algo que los vecinos de la localidad bonaerense de Villa Sauze intentaron impedir y fueron reprimidos (ver aparte).
Ahora, tras el acuerdo que puso un freno a los fuertes cruces, el canal abierto en ese lugar sería entubado para que las aguas que retornen a Buenos Aires lo hagan en forma “controlada”. Con todo, advierten que del lado bonaerense hay poblados en riesgo de inundación, mientras que del lado pampeano el ingreso de las aguas que bajan desde Córdoba sólo afectarían zonas agropecuarias.