Las autoridades del Banco Central (BCRA) –luego del veranito cambiario registrado en los últimos cuatro meses– volvieron a implementar unprograma de devaluaciones a cuentagotas para evitar que la creciente inflación retrase por demás el tipo de cambio oficial (en el último año la inflación minorista fue del 44,0% según el IPC San Luis).
En circunstancias normales –es decir, sin ningún imprevisto– el mercado, según los contratos de futuros de dólar negociados en el Rofex– está previendo un tipo de cambio de 9,47 $/u$s para diciembre próximo y de 10,1 $/u$s para marzo del año que viene.
El dato es que las variaciones del tipo de cambio –que se trasladan de manera directa al valor interno de los granos– pueden llegar a complicar el manejo financiero de una empresa con campos arrendados que contemplan pagos en cuotas atados a quintales de grano (con obligaciones que, de un mes para el otro, pueden aumentar mucho sin haber estado estimadas inicialmente en la presupuestación de la campaña).
Semejante contingencia requiere un buen manejo del físico. Es decir: tener a mano el volumen de soja necesario para abonar las cuotas del alquiler –pactado en qq/ha– de manera mensual, bimestral o el plazo que se haya negociado.
La realidad es que esa posibilidad es inviable para buena parte de las empresas agrícolas que no disponen de capital propio suficiente para abonar el total el arrendamientos 2014/15 (la devaluación instrumentada este año junto con el no-ajuste por inflación tienen mucho que ver con esa limitación).
Algunas entidades bancarias están ofreciendo créditos en dólares con una tasa del 4% y 5% para 180 y 360 días de plazo respectivamente. Tales líneas –que requieren como garantía un forward de soja del ciclo 2014/15–, si bien pueden emplearse para pagar alquileres dolarizados, implican asumir un riesgo importante en un marco de inestabilidad cambiaria.
Otra alternativa –teniendo en cuenta que el alquiler representa más de la mitad de los costos directos de un planteo agrícola en campo arrendado– es pesificar las cuotas por abonar en el transcurso del ciclo 2014/15 para evitar que eventuales sobresaltos cambiarios desestabilicen el presupuesto financiero de la empresa (para así poder aprovechar todas las oportunidades comerciales que eventualmente se presenten sin tener que inmovilizar una parte de la cosecha 2013/14).
Algunas empresas ya comenzaron a implementar este año pagos en cuotas pesificadas a cuenta del resultado por obtener en la cosecha 2014/15 (el cual puede ser determinado por una multiplicad de fórmulas y escalas).