Los avances en este proceso se mostraron en una jornada de intercambios organizada por el INTI y el Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Provincia de Córdoba (CIAPC), con presencia de municipios, instituciones y productores avícolas.
El evento se dio en el marco del proyecto "Diseño y prueba piloto de un modelo de gestión integral de residuos pecuarios y su aplicación agronómica en la ciudad de Córdoba", cofinanciado por el Fondo de Competitividad de la Agencia para el Desarrollo Económico de Córdoba (ADEC), coejecutado por el CIAPC y la Asociación de Productores Hortícolas de Córdoba (APRODUCO), y con el apoyo técnico de la sede regional Centro del INTI y el Centro de Investigaciones Agropecuarias del INTA. Además, cuenta con el aval de la Cámara Avícola de la provincia y la municipalidad de Córdoba.
El ingeniero agrónomo Marcelo Lerussi, representante del CIAPC, indicó que "están trabajando sobre el área metropolitana de Córdoba en su arco este y sur, con la idea de relevar volúmenes de residuos avícolas y de poda urbana para pensar un modelo de gestión donde ambos residuos se complementen".
Se estima en 25.000 toneladas la poda proveniente de la recolección domiciliaria de la zona sur y este de la ciudad de Córdoba y existen aproximadamente 5.000 toneladas de guano de gallina y cerca de 800 toneladas de cama de pollo. Una fracción importante de estos residuos ya cuentan con un circuito productivo (para fruticultura y vitivinicultura en la zona de cuyo).
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Por otro lado, se mostraron distintas tecnologías de valorización, repasando la actualidad y experiencias locales de tecnologías implementadas, tales como compostaje, metanización (conversión a gas metano) y densificación (compactación), combustión directa y gasificación:
Aplicación agronómica: en cultivos extensivos como soja, trigo y maíz y en producciones intensivas como la horticultura de verdura pesada y liviana, como así también para el sector viverista. El área de estudio cuenta con 25.000 hectáreas con producciones agrícolas.
Uso energético: mediante la combustión directa de la cama de pollo se podrían calefaccionar galpones de engorde de pollos. También es posible la producción biológica de energía (metanización), pero los residuos avícolas no pueden utilizarse solos por su elevado contenido de sales y pH. A través de la gasificación es posible la valorización de la cama de pollo (hecha con aserrín) para generar energía eléctrica y térmica.
Producción de biocombustibles sólidos: se encuentra en fase de desarrollo la Norma ISO-IRAM 17225, en el que este tipo de materiales, particularmente la cama de pollo y la fracción leñosa de la poda, tienen posibilidad de adaptarse, para convertirse en un commodity energético.
Fuente: INTI