La renovación del Gabinete, impulsada por la mesa chica del gobierno de Mauricio Macri tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), comenzó la semana pasada con el Banco Central y los ministerios de Producción y de Energía y Minería y continuará en los próximos días en otras áreas menos sensibles del Poder Ejecutivo.
Mientras la pata política quedaría a salvo, las carteras de Agroindustria, Ambiente, Turismo y Cultura están en la mira del Presidente.La apuesta de la Casa Rosada para morigerar el descontento social producto de la corrida cambiaria, la suba del dólar y el pedido de financiamiento al FMI no está centrada en capitalizar la despenalización y legalización del aborto, tampoco en que el Mundial de Fútbol disimule los desaciertos del equipo económico. El mandatario eligió un camino alternativo, que involucra tanto a la estructura de su Gabinete, como a algunos de sus principales funcionarios.
La salida de Federico Sturzenegger del Banco Central y las remociones de Francisco Cabrera del ministerio de Producción; y de su par Juan José Aranguren, de Energía y Minería, y la decisión de que el ministerio de Hacienda absorba la cartera de Finanzas van en ese sentido.
"Hay que hacer cambios para mejorar la imagen", apuntó un funcionario con despacho en Balcarce 50. Otro, con llegada a uno de los ministros preferidos de Macri, explicó a este diario que el gobierno necesita "frescura y gestión de cara a lo que se viene" y subraya que "uno de los caminos era hacer una renovación post acuerdo con el fondo".
Los primeros recambios fueron ideados en la mesa política y apoyados por el radicalismo. El objetivo es mostrar un nuevo perfil ante la caída en la aprobación de la gestión de Macri en diversas encuestas, aún cuando se mantienen las políticas económicas; a la vez que enviar una señal al FMI, que ve con buenos ojos una reducción de ministerios y la salida de algunos funcionarios.
Uno de los pocos que parece estar a salvo de la reorganización que está llevando adelante el presidente es Frigerio, debido a que es la principal espada de Cambiemos en el Ejecutivo nacional en la relación con los gobernadores y los senadores del PJ. No correrían la misma suerte los ministerios de Ambiente, Cultura y Turismo, que podrían disolverse para volver a ser secretarías. Pero, sin duda, la cartera que más está en la cuerda floja es la de Agroindustria, que encabeza Luis Miguel Etchevehere, sobre todo cuando resurgen las versiones de frenar la rebaja de las retenciones a la soja.
Los anuncios de cualquiera de esos cambios están atados a cómo comience la semana en el terreno económico, que trasciende cómo se ubique el dólar.
Gabriela Vulcano