A pocos días de que comience la siembra de trigo en el país, las proyecciones ya perfilan otra campaña récord para el cereal.
Más allá de lo que pueda pasar con los eventos climáticos, sobre todo después de la fuerte sequía que afectó la cosecha gruesa del verano, las estimaciones para el trigo dan que por primera vez en 10 años el país superará su promedio histórico en cuanto al área sembrada. Serán alrededor de 5,9 millones de hectáreas, una cifra mayor al promedio histórico de siembra de trigo que se ubica en 5,6 millones.
Con esta proyección, se estima que la cosecha podría extenderse hasta las 19 millones de toneladas, lo que significaría unas 2 millones de toneladas más que la campaña anterior
Los datos fueron difundidos a través de un informe del Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales (IEEyNI), de la Sociedad Rural Argentina (SRA). "Exactamente nueve años atrás en la Argentina, se daba la peor siembra de trigo de los últimos 110 años. Esa fue la clara consecuencia de la profunda crisis que atravesó el cereal a partir de las erradas políticas de control de las exportaciones e intervención del mercado", manifestó Daniel Pelegrina, Presidente de la SRA, que agregó que "esas medidas explicaron los magros resultados en la cosecha de trigo de la última década, y también explican cómo, a partir del cambio de rumbo nos encaminamos a cumplir el segundo récord productivo en trigo".
Las buenas estimaciones se sustentan en buena parte por las últimas lluvias caídas hacia fines de abril y principios de mayo en toda la zona núcleo, tras cinco meses y medio de sequía.
En ese contexto, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimó que la superficie crecería al 3,5%. Pero la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) fue más allá y además de prever que el cultivo se extenderá sobre unas 200.000 hectáreas más que el año anterior, en la zona núcleo, dicha región podría dar la siembra récord de trigo de los últimos 20 años. "Hasta hace un mes, faltando todavía más de 150 milímetros para restablecer las condiciones de humedad del suelo, el trigo se posaba sobre la cuerda floja y hasta había posibilidades de pasar de largo el invierno. Pero las lluvias de abril y el precio del cereal avivaron las esperanzas", destacó el BCR. Entre las causas acusó la necesidad de tapar los huecos financieros que dejó la campaña gruesa y la mantención de la rotación en los campos.
En cuanto a la calidad del cereal, la SRA adelantó que puede ser muy buena "ya que la relación insumo producto del trigo en relación con el fertilizante es la mejor en diez años". "El trigo permite hacer uso de la tierra dos veces, en la misma campaña, y le da al productor liquidez en diciembre. Este año es particularmente importante para afrontar la caída de los ingresos a causa de la sequía. Es el cultivo que más rápido le puede generar ingresos al productor.
Sobre todo, con los buenos precios que está marcando el mercado de futuros", destacó Ezequiel de Freijo, economista jefe del IEEyNI.