El largo período de crecimiento de la tasa de producción, que duró dos décadas, se acerca a su final.
Analistas de Rabobank proyectaron que la producción de leche de Nueva Zelanda bajará significativamente su tasa de crecimiento en los próximos cinco años.
Como consecuencia de ello, las industrias lácteas tendrán que luchar para conseguir oferta para su capacidad instalada lo que aumentará la competencia beneficiando al productor.
Así surge del reporte Sobrevive o prospera divulgado por el banco especializado en materias primas.
La analista Emma Higgins, autora del reporte, indicó que la tasa de crecimiento de la producción de leche en Nueva Zelanda caerá a un promedio anual de 1,6% en los próximos años. Esto seguirá a una expansión del orden de 4,1% en los 20 años anteriores.
"Los anteriores 20 años de crecimiento para la industria láctea pronto llegará a su final en la medida que se alcancen límites ambientales", indicó Rabobank.
La inversión en nuevas capacidades en los establecimientos y la expansión de las plataformas sobre existencias se han dado a un menor ritmo hasta casi llegar a una meseta.
Luego de dos campañas de caída en la producción debido al descenso en los precios sumados a factores climáticos, Rabobank estima que en 2017/2018 -entre julio y junio- la remisión crecería entre 2% y 3%.
Higgins escribió que "hay un riesgo para los procesadores de no lograr su capacidad óptima de utilización en los próximos años en la medida que la oferta de leche se modere". Esto resultará en un ambiente más desafiante y competitivo para obtener la necesaria oferta para las plantas.
"Los 20 años de crecimiento para la industria láctea llegará a su final" en Nueva Zelanda
"Hemos visto el ingreso de capacidad extra de producción en los últimos años que se explicó mayormente por la necesidad de atender el crecimiento en la oferta de leche en Nueva Zelanda. En la medida que vemos una moderación en el crecimiento de la producción, el riesgo es que las plantas procesadores operan con una utilización por debajo de lo óptimo de su capacidad de producción", expresó el reporte de Rabobank.
La analista del banco indicó que probablemente los productores se beneficien de la mayor competencia por leche que se traduzca en mayores precios y en un rango mayor de opciones contractuales.
Rabobank indicó que los procesadores tendrán que rever sus estrategias para obtener o mantener su actual oferta de materia prima. Habría, al menos, tres opciones.
Rabobank estimó que la remisión de leche crecerá en Nueva Zelanda entre 2% y 3% en el ejercicio 2017/2018
Una de ellas es proteger su oferta actual de leche, salir agresivamente a competir por más producción y expandirse a nuevos territorios. Por último está la posibilidad de comprar activos en negocios que incluyan la remisión de leche a plantas.
La fuerte competencia se siente en las cifras de Fonterra. La cooperativa comenzó en 2002 con el 96% de la oferta de leche y ahora concentra el 84%, según los últimos datos hasta abril.
Los competidores pasaron de producir de 600 millones de litros en 2002 a 2.900 millones de litros durante el año pasado.