Profesionales del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), supervisan regularmente, a través de inspecciones documentales, físicas y con la toma de muestras que son analizadas en laboratorios, unas 80 hectáreas implantadas con variedades importadas de vides y frutillas en el partido de General Pueyrredón.
Durante el periodo cuarentenario, el Organismo controla el material importado para prevenir la presencia de plagas y enfermedades ausentes en el país, que además de afectar a los cultivos en cuarentena, puedan afectar a otros cultivos causando pérdidas económicas significativas.
Esta medida fitosanitaria, denominada "cuarentena post-entrada", es realizada por inspectores del área de Protección Vegetal del Centro Regional Buenos Aires Sur del Senasa, y tiene por objeto observar durante dos o más ciclos vegetativos y bajo condiciones de estricta vigilancia oficial y aislamiento, el estado sanitario del material de propagación y su proceso de siembra y desarrollo.
Los predios cuarentenarios presentes en General Pueyrredón, que fueron inspeccionados, habilitados y certificados previamente por el Senasa, corresponden a unos 10 productores locales que congregan unas 55 hectáreas de frutillas en la zona de Batán, Laguna y Sierra de los Padres, y unas 25 hectáreas en la zona de Chapadmalal, que corresponden a un emprendimiento vitivinícola de una reconocida empresa del mercado nacional.
Para las frutillas, que provienen de Estados Unidos, se implantaron variedades como San Andreas, Monterrey, Aromas y Cabrillo y su producción estará destinada al consumo interno tanto en fruta fresca como para su industrialización.
En tanto, para la vid se implantaron las variedades Pinot Noir Pinot Blanc, Pinot Meunier, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Ancellotta, Chenin, Malbec, Riesling, Albarinho, Cabernet Franc y Gewurztraminer, todas ellas provenientes de Italia.
El emprendedor evalúa las posibilidades de adaptación de las cepas a esta zona del país, que desde hace algunos años se encuentra en pleno desarrollo como nueva región vitivinícola de la Argentina.
Cabe destacar que la función del Sensasa como garante de la sanidad del sector agroindustrial, involucra la Autorización Fitosanitaria de Importación del material vegetal (AFIDI) que llega al país. Lo inspecciona en el punto de ingreso y toma muestras para su análisis oficial en el laboratorio del Senasa. Con los análisis cumplimentados, el material puede iniciar el período de cuarentena post-entrada en predios privados habilitados por el Organismo para tal fin. Una vez allí, son desembalados e implantados ante la presencia de inspectores cuarentenarios de Senasa, los que luego de verificar la siembra, también supervisan la incineración del material de embalaje.
Posteriormente, cada lote implantado con plantines y estacas para el caso de frutillas y vid, respectivamente, son monitoreados de forma regular y sometidos a nuevos análisis de laboratorio, hasta tanto se corrobore su sanidad y puedan ser liberados para su multiplicación o movimiento a otros predios, resguardando así el riesgo de dispersión de enfermedades no presentes en el país.
Al mismo tiempo que se incrementa la introducción de materiales de frutilla y vid en el partido de General Pueyrredón, se autorizó la recepción de plantines de cultivo in vitro de papa procedente de Francia, con el propósito de generar material de propagación a través de reproducción y multiplicación.
Todos estos procedimientos de fiscalización son, a su vez, acompañados de documentación (expediente con AFIDI, análisis y actuaciones) que acredita dichos procesos y certifica oficialmente el estado sanitario del material vegetal en cada una de las etapas, desde el ingreso al país hasta su liberación a campo.